Decías... ¿qué hablaré con Jesús?
y Fabra i Puig se llenó de compañía.
Visitamos juntos "El Hogar del Pollo"
y merendamos un precioso atardecer.
¡Qué amistad tan buena con mamá!
Pero el tren ya se ha ido,
los árboles pasan para no volver.
Navidad preciosa,
todos juntos contagiándonos Amor.
Amiguita Dolors
aquí al lado tienes mi corazón.
Viajamos por caminos de "La Nicanora",
los Helados Italianos de tu Zaragoza.
Pero el tren ya se ha ido,
los árboles pasan para no volver.
Aquí nos tienes a todos
en este verano de inquietud.
-ya estás con el SER SUPREMO-
Pero el tren se ha parado.
Tu linda mirada nos dice ¡hola!,
en el espejo de Dios.
(A Dolors, de Jesús. 4 de Julio de 2007)
Te pido perdón, querida Dolors...
Estaba tan pendiente de la ausencia de Pilar,
de mi queridísimo amor,
que me olvidé de pensar en tí.
Tiempos lejanos que no volverán
aunque sí en nuestro corazón.
Te recuerdo como una persona muy entregada,
siempre con tu belleza,
de lavarte el pelo,
de hacer felices a los demás.
Ahora pienso tan sólo en tí,
en una tranquila mañ:ana de playa.
Estábamos Mariano, Mariví, tú y yo.
En una de esas bromas que tú hacías
y nos bajabas el bañador.
¡Tantas Navidades de colores y diamantes!
Vienen a mi imaginación aquellas tardes,
tardes de cine familiar, con mamá, tú y yo.
Tu amor, Dolors, que nos repartías a todos
con tu bondad y sencillez exquisita.
Nunca te olvidaré,
porque formabas parte de todos nosotros.
El silencio dorado del atardecer
me sugiere que ya no estás,
pero el amanecer de un precioso y radiante día
me dice que, junto a Pilar, velas por todos.
Tiempos lejanos del ayer
primaveras de flores antiguas
pero, felicidad, porque aquí en el alma,
está tu silueta
y siempre quedará un beso
más allá de las estrellas.
(a Dolors. Septiembre de 2007. Jesús Bayona.)