El embarazo de Alana y el misticismo

    EMBARAZO DE ALANA

    Poco después te quedarías embarazada de Alana, un embarazo que fue una maravilla, sin ningún tipo de molestias y que nos permitió seguir con nuestras vidas que se habían abierto, después de la ortodoxia de la Psicología Oficial a la heterodoxia de otros conocimientos. Es así como comenzamos a visitar grupos que impartían doctrinas distintas de las oficiales y el primero de ellos se llamaba Meditación Trascendental, programas del Maharashi Mahesh Yogi que se hicieron muy famosos a raíz de que el grupo musical The Beatles viajaran a la India y se unieran a sus programas durante un tiempo. Estuvimos un par de meses practicando la Meditación Trascendental que consistía en la repetición de un mantram específico que se nos había entregado a cada uno por separado. Eran sesiones cortas de 20 minutos y resultaban fáciles de hacer. Las reuniones a las que asistíamos nos agradaban tanto como ir al cine. Luego comencé a leer las obras de Gurdjieff y su discípulo Ouspensky sobre una psicología diferente que iba más alla de la que habíamos estudiado y la encontramos en forma práctica en la asociación llamada "La Comunidad" que explicaba como superar el sufrimiento según las teorías de Silo cuyo basamento no era otro que la filosofía de Gurdjief y Ouspensky. Allí estuvimos tres meses y lo dejamos porque el grupo se politizó y el atractivo original de la posible evolución del ser humano se fue por otros derroteros y fue entonces cuando te quedaste embarazada de Alana y conocimos otro tipo de Meditaciones, esta vez, las enseñanzas venían del Gurú Maharaj Ji con la que pasamos todo el embarazo yendo diariamente a las reuniones, desde Fabra y Puig hasta el local que estaba en la Avenida del Hospital Militar. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. También estuvimos un par de meses conociendo las teorías de los Mormones asistiendo a sus prácticas dominicales y finalmente las Gnósticas que aunque muy atractivas al principio, a la larga acabaron haciéndonos daño, sobretodo a tí, mi querida Dolors. Todo eso terminó cayendo en un saco sin fondo con la denominación peyorativa de Sectas Peligrosas en las que nosotros entramos y salimos cuando quisimos y nunca se nos cobró un duro, pero esa es otra historia que con los años y la prensa habiendo encontrado un buen foco para explicar cosas que no se conocían a fondo, se llegaron a distorsionar y a hacer daño realmente, amén de que entonces se disparó la aparición de nuevas asociaciones por doquier algunas posiblemente peligrosas hasta que los programas del corazón resultaron más rentables que los de las sectas y éstas desaparecieron o se sumergieron. Hoy, ya no están de moda.

    EMBARAZO DE ALANA


EMBARAZO DE ALANA


    Dolors y los comics

    Querida Dolors, quiero recordarte ahora cuando nos conocimos y empezamos a coleccionar comics. Yo venía arrastrando una tradición de comics de Superman de la Editorial Novaro de México y había coleccionado también de Flash Gordon y de El Hombre Enmascarado. Por supuesto que de pequeño había coleccionado otros comics como El Guerrero del Antifaz y Pequeño Pantera Negra, por citar dos ejemplos a los que he dedicado sus respectivas páginas web. Tú me contabas los que tu leías de niña, como Florita, dentro de lo que es el mercado español, pero también te gustaban los comics mejicanos de La Pequeña Lulú y Periquita. De El Hombre Enmascarado te encantaban, sobretodo la etapa dibujada por Wilson McCoy. Aunque sin duda alguna tu comic favorito llegó a ser Mafalda. Te agradezco que siempre me hayas ayudado en mis colecciones de comics. No puedo olvidar que el mejor material de Tarzan que tengo es gracias a tí y que los comics de Superman más antiguos han sido regalos tuyos. Siempre recordaré una mañana de domingo que yo trabajaba, tenía guardia en la Telefónica y por aquella época íbamos cada domingo al Mercado de San Antonio, cita habitual en Barcelona para los coleccionistas de comics, con los dos puestos más interesantes, el de los Sánchez y el de la Librería Marqués, y me encontraste ocho ejemplares de Superman de la Editorial Novaro, muy antiguos, de los primeros. Cuando me viniste a buscar a la central de la Telefónica y me enseñaste lo que me habías conseguido por tu cuenta en el Mercado de San Antonio, no me lo podía creer, eran y actualmente son verdaderas joyas dentro del mundo del coleccionismo de Superman, ejemplares que muy pocas personas tienen y fue un regalo tuyo, como tantos y tantos que me has hecho a lo largo de nuestra vida. Y por asociación de ideas me ha venido a la memoria nuestra búsqueda de ejemplares de Superman cuando estuvimos en New York, los paseos que nos dábamos pues solíamos ir a las tiendas de comics andando o en metro, pero como cada día comprábamos más de cincuenta comics de Superman, teníamos que regresar al hotel en taxi y el armario de la habitación del hotel, el Century Paramount, habitación 17 en el piso 21, se iba llenando y llenando. Cuánto disfrutamos esa parte de nuestro viaje a New York consistente en descubir tiendas donde vendieran comics antiguos y con la lista que tú siempre llevabas encima, ir recopilando todos los ejemplares que no entraron en España por la prohibición franquista, sólo que éstos eran 400 y en New York llegamos a comprar 1.100 comics de Superman. ¿Te acuerdas la noche de regreso a España, en el aeropuerto de New York con una maleta que pesaba 75 kilos pues todo eran comics de Superman?. Tuvimos suerte de que cuando fuimos a New York el avión llevaba 360 pasajeros, pero en el regreso sólo éramos 60 y no pesaron el equipaje, porque nos habíamos gastado hasta el último centavo y no sé que hubiera pasado si nos hubieran dicho que había que pagar el sobrepeso de la maleta.


    La herida de Dolors

    Cariño mío, Dolors de mi alma, siento mucho lo que llegaste a sufrir en parte por culpa mía. Sé que cuando nos pusimos a ir a asociaciones esotéricas nos lo pasamos muy bien los primeros años, incluso en la Gnosis que fue la que te causó después el sufrimiento. Lo estoy escribiendo porque tú siempre me pedías que reconociera que a la larga el haber estado allí fue un error y aunque te lo reconocí mucho antes de que te fueras, ahora quiero dejarlo aquí por escrito para tu satisfacción. Nos lo pasamos muy bien, como decía, los primeros años, pero eso dio origen a unas consecuencias que no pensamos que iban a ocurrir, me refiero a las veces que te ofrecieron trabajar en la Generalitat y tú dijiste que no, porque teníamos las tardes ocupadas en el grupo donde yo daba conferencias y eso provocó que años después, cuando dejamos el grupo porque hacía ya mucho tiempo que aquello se había fanatizado en extremo y las personas que conocimos cuando lo pasábamos bien ya lo habían dejado antes que nosotros, luego ocurrió que cuando decidiste entrar a trabajar en la Generalitat, en el Departament de Ensenyament, lo hiciste como interina y eso supuso que cada vez que se convocaban oposiciones pasabas por la tensión de prepararlas siendo que sabíamos que todas las personas que habían entrado a trabajar cuando te hacían las primeras ofertas entraron fijas con exámenes muy sencillos.

    El resto de tu vida laboral, aunque siempre fue muy buena debido a tu forma de ser y a tu gran eficiencia en todo lo que hacías y siempre todos te querían y te siguen queriendo mucho en todos los Institutos de Enseñanza donde has trabajado, cuando cambiaste de trabajar en provincias a trabajar en Barcelona capital, aunque seguías siendo interina, tenías tu puesto asegurado para siempre porque tus propios jefes y los jefes de tus jefes te valoraban al máximo y no estaban dispuestos a perder a una persona como tú. Eso me lo dijeron varias veces el día de tu sepelio cuando vinieron a despedirse de tí. Pero eso no impedía que cada vez que se anunciaban oposiciones tu sufrías porque a tí esas cosas nunca te han gustado y era injusto para tí, tener que ponerte a estudiar a tu edad, siendo mayor que la mayoría de las personas que se presentaban a las oposiciones, teniendo que competir con 7 y 8 mil personas para a lo mejor 100 plazas. Sin embargo, nunca hubieras perdido el puesto de trabajo que era uno de tus sufrimientos y que se hubiera evitado si cuando la primera vez que te ofrecieron el trabajo hubieras dicho que sí, y yo sé que dijiste que no por mí, por seguirme, por apoyarme. Dolors, el día de tu sepelio, vinieron los jefes mayores de tu departamento y me explicaron lo eficiente que eras en todo, que siendo simplemente subalterna, hacías tu trabajo y además muchas veces ejercías como administrativa, como secretaria, les quitabas trabajo a los inspectores, a ellos mismos como jefes de inspección. Me contaron que a veces te preguntaban a ver si tenías ideas para resolver algún problema y tú las tenías. Me contaron como ejercías y resolvías problemas de inmigración al estar como punta de lanza en tu lugar de trabajo. Me contaron cómo escuchabas siempre a todas tus compañeras de trabajo y cómo las ayudabas. Me dijeron que tu puesto dejó un vacío imposible de llenar porque nunca habían conocido a una persona tan eficiente en todo lo que hacía y tan buena. Yo todo eso ya lo sabía pero me gustó oírlo de ellos y quiero que lo sepas desde aquí, aunque siempre te lo decía cuando estabas conmigo, lo mucho que valías para todo y tú siempre te reías y me decías que no era para tanto. Pero lo he podido comprobar porque mientras estuviste padeciendo la terrible enfermedad que se te llevó de este mundo, siempre te llamaban y cuando estabas en casa tú atendías las llamadas y los animabas a todos, pero cuando estabas ingresada era yo quien cogía el teléfono y pude oír en directo lo mucho que todos te querían y te siguen queriendo.


    El nacimiento de Daniel

    Hola Dolors. Estos días he estado poniendo más fotografías y los E-mails de condolencia que aún no he dejado de recibir. Recuerdo ahora que con el nacimiento de Daniel, pese a estar "enrollados" con lo de la Gnosis, nos pasó algo muy parecido a cuando nació Alana. Los tres primeros años de nacer Alana ni tú ni yo quisimos tener más hijos. Sin embargo, cuando pasaron tres años, tú ya querías tener otro niño y yo me resistí igualmente tres años más, hasta que sentí que no tenía derecho y entonces accedí y nació Daniel a quien en un principio, buscando nombres, habíamos pensado en Jor-El, el nombre del padre biológico de Superman, pero al final pensamos que era demasiado fantasioso y como a mi también me gustaba Alejandro y a tí Daniel, al final se llamó Daniel Alejandro y no tuvimos pegas en el registro del nombre. La parte positiva de no estar trabajando es que te pudiste dedicar a Daniel en cuerpo y alma durante su infancia, y por supuesto con Alana de hermana mayor. Era la época en que cuando llegaba a casa tú tenías la comida preparada y recuerda que aunque tú decías que no sabías cocinar, siempre nos gustó muchísimo cualquier comida que hicieras. Por las tardes íbamos a buscar a los niños al colegio. Tú lo hacías sola por las mañanas. Luego empezaste a trabajar y tuvimos que coger una canguro, Esther, para que se hiciera cargo de los niños desde que tú te ibas al trabajo hasta la hora de ir al cole. ¿Te acuerdas? La costumbre de ir a comer a restaurantes que teníamos antes de nacer Alana, se alteró muy poco pues seguimos yendo con ella. Una vez nacido Daniel la frecuencia disminuyó un poco pero seguimos. Lo que sí recuerdo mucho fue la etapa en la que Daniel jugaba al fútbol en el equipo del colegio e ibamos a verle jugar. Hay que reconocer que tenemos unos hijos muy guapos y tú, al igual que yo, puedes estar muy orgullosa de ellos, no sólo por guapos sino también por buenos e inteligentes. Los tres te echamos mucho de menos pero queremos que seas muy feliz allí donde estés y nos esperes que ya llegará el momento de reencontrarnos todos de nuevo. ¡Te queremos Dolors! ¡T'estimem!

    Dolors, Daniel y el Barça

    Hola Dolors. Estaba haciendo una ampliación de tu página, poniendo una foto muy bonita que he encontrado hoy del nacimiento de Daniel y la visita de tus tíos Juan y Lucía y he empezado a explicar que el mejor recuerdo de tu padre lo tenías de cuando te llevaba de niña al campo del Barça a ver los partidos de fútbol y de allí nació el que te gustaran los deportes, pero sobretodo al Barça, afición que trasmitiste a Daniel sin duda alguna porque desde que era muy pequeño, cuando vivíamos en la calle Bot, como aquel que dice desde que nació, te oía los gritos de alegría que dabas cada vez que había un partido del Barça y el equipo metía un gol. Toda esa euforia que sentías hacía que Alana y yo, que nunca nos interesó ningún deporte, quisiéramos siempre que ganara el Barça para verte feliz a tí y más adelante a tí y a Daniel. Me imagino cuanto tiene que echar de menos Daniel esos momentos de enorme felicidad que compartíais cuando jugaba el Barça y ganaba. A lo mejor estabais cada uno haciendo una cosa diferente, tú pendiente del partido por la radio, que siempre te gustó más que la televisión y Daniel por la televisión, más propio de su edad y cuando el Barça marcaba un gol los dos lo gritabais y os abrazabais y a veces Dolors con tu carácter bromista bailabais juntos y todo era alegría. Yo también recuerdo todo eso con gran emoción y también lo echaré de menos pero lo recordaré porque Daniel tiene tu mismo entusiasmo y sus gritos de alegría serán iguales que los tuyos.

    Vacaciones en Costa Dorada, Tarragona en 1990, 1991 y 1993

    Los primeros años que salimos de vacaciones y que luego seguiríamos haciéndolo cada año entre 1990 y 1999, hasta que no se pudo por motivos ajenos a nuestra voluntad y que te recordaré en alguna otra parte de esta página dedicada a tí, mi adorada Dolors, fueron yendo en tren hasta Hospitalet de L'Infant y allí cogíamos un taxi hasta los apartamentos. Los primeros se llamaban Apartamentos Horizont, fue en 1990 y cuando entramos en el que habíamos alquilado no nos podíamos creer lo bonito que era, lo enorme, las vistas tan expléndidas desde la terraza al estar en un quinto piso. Debajo teníamos la piscina y el jardín y siendo la primera vez que salíamos de vacaciones con los niños, nos lo pasamos estupendamente bien y eso, que al no tener coche, eran esas unas vacaciones de puro descanso y relax, de tomar el aire, el sol y jugar con los niños en la playa o en la piscina. Tu hermano y su familia vinieron unos días y pudimos presenciar desde la terraza del apartamento una asombrosa tormenta de rayos que caían sobre el mar. Cuando se fue tu hermano hubo inundaciones en Cambrils y tuvieron que regresar al apartamento porque no pudieron cruzar para llegar a Barcelona.

    Al año siguiente escogimos unos apartamentos a pie de playa que eran, dentro de una urbanización privada, chalets con terraza propia que al salir ya estabas en la playa. Era un lugar tan bonito y tranquilo, llamado Residencial Guardamar, que hasta estuvimos pensando en la posibilidad de comprar uno de los chalets de aquella urbanización, aunque nunca llegamos a poder hacerlo. Había dos restaurantes al lado de los apartamentos pero el que más nos gustó y que repetimos mucho fue uno que descubrimos al introducirnos en un camping privado y al que terminamos yendo cada día porque era climatizado y muy tranquilo y se comía muy bien. Por las tardes la piscina de los apartamentos era muy agradable y allí fue donde aprendió a nadar Alana. Te acuerdas de los paseos tan largos que hicimos algunos días, los cuatro solos por el ascén de la carretera, andando hasta los Apartamentos Horizont que estaban en la misma línea de playa pero unos kilómetros más hacia Hospitalet. Era la época en que a Daniel le ensimismaban los trenes y le encantaba cada vez que pasaba uno por allí. Descubrimos a mitad de camino un restaurante regentado por una pareja mayor de alemanes que hacían unas paellas de chuparse los dedos. Al año siguiente fuimos a Calafell, como te cuento después, pero al siguiente repetimos en Residencial Guardamar. ¿Te acuerdas? Tempus fugit.

    Vacaciones en Calafell, Tarragona en 1992

    Al año siguiente y siguiendo con los programas de vacaciones que ofrecía Telefónica para sus empleados a unos precios especiales que luego resultarían más caros que los de las agencias de viaje (ver más adelante Jaca), escogimos unos apartamentos en Calafell. Acostumbrados a los amplios apartamentos de los años anteriores (Apartamentos Horizont y Residencial Guardamar), éste no nos gustó desde el primer día, nos pareció pequeño y lo cierto es que la playa que había al pie, tampoco era muy bonita y por ello hicimos, al principio más uso de la piscina que siempre estaba vacía y era para nosotros exclusivamente. Pero lo llamativo de estas vacaciones es que para comer algunos días cogíamos el tren y nos íbamos a Tarragona y otros andando por la misma playa, llegábamos hasta Segur de Calafell, con playas más bonitas, pero con demasiada gente para nuestro gusto, pero el paseo era muy agradable. Allí nos encontramos con mi hermano Eduardo y su familia y descubrimos un lugar donde se estaba muy bien comiendo decorado como un pub inglés y del que te dejo estas fotografías de Alana y Daniel para que lo recuerdes. También he puesto otra de Daniel en la estación de Segur de Calafell que sé que te encantará ver otra vez. Cariño mío, me cuesta mucho vivir sin tí, no te puedes imaginar lo que te echo en falta. Hoy me he asomado al balcón, hace un momento, al levantarme y por debajo pasaba una señora que me ha parecido que eras tú porque llevaba el mismo peinado y el mismo tipo de ropa que tú y me la he quedado mirando como si fueras tú. En aquellas vacaciones dieron por TV la noticia de la muerte de Superman, es decir el comienzo de la saga de la muerte de Superman en los comics, era 1992. Recuerdo que me avisaste porque tú estabas viendo la TV en ese momento y yo no. Yo no me lo creí porque sabía que era todo un montaje publicitario para aumentar las ventas.

    Vacaciones en Cambrils, Tarragona en 1994

    El quinto año que salimos todos de vacaciones fue a unos apartamntos preciosos en las afueras de Cambrils. Fueron unas vacaciones en las que algunos días se vinieron dos amigas del colegio de Alana y otros tu hermano Josep, su esposa Mary y su hijo Marc. Fueron unas vacaciones muy relajadas en las que no nos movimos de Cambrils para nada. Las dos playas a las que íbamos estaban deliciosas y a las horas que nosotros solíamos ir no había mucha gente. La piscina del hotel era muy agradable y también había poca gente. Nunca nos han gustado las aglomeraciones ¿Verdad Dolors?. Encontramos un restaurante climatizado que hacían unas paellas fabulosas y por las noches paseábamos por la orilla del mar después de haber cenado ligeramente en cualquier sitio que nos cogía de paso en nuestros paseos y siempre recordaré aquella noche en que hubo una tormenta y caían los rayos sobre el agua y nos había pillado de regreso a los apartamentos.

    Vacaciones en Torrelamata, Alicante en 1995

    Me he estado acordando, pequeña Dolors, de las vacaciones que hicimos un año a unos apartamentos situados en Torrelamata, en la provincia de Alicante. Fuimos en avión hasta Alicante y nos quedamos allí el primer día, paseando por una ciudad que es bonita y tranquila. Al día siguiente cogimos un taxi hacia Torrelamata y aún recuerdo lo que le costó al hombre encontrar la dirección donde estaban los apartamentos en primera línea de playa desde cuyo balcón-terraza de un tercer piso se divisaba una bella panorámica del mar. Lo primero que nos llamó la atención es que todas las matrículas de los coches eran de Madrid y que la mayoría de la gente que estaban allí de vacaciones eran de Madrid. ¿Te acuerdas de un día de los primeros que estábamos comiendo en el restaurante del apartamento y había un partido muy importante entre el Barça y el Madrid y te picaste futbolísticamente hablando con un señor seguidor del Madrid? ¡Que risa! Luego, aparte de disfrutar de la playa de al lado, porque la que estaba frente al apartamento tenía muchas rocas y algas al entrar y la otra estaba limpia, nos dedicamos a buscar restaurantes donde se comiera bien y terminamos muchos días en Torrevieja, donde en el restaurante del Club Naútico hacían unas paellas deliciosas.

    En esas vacaciones vino a pasar unos días con nosotros mi hermana Mariví y conocí personalmente a un amigo, que aún lo sigue siendo, José María Mateo López que vive en Torrevieja. Pero quizás la anécdota más fuerte de todas es que un día a Alana le dolía la cabeza y cogió dos pastillas de mi bolso creyendo que eran Dolalgial y resulta que eran unas pastillas que llevaba por aquel entonces de emergencia y que te hacen dormir un montón de horas. Ella que no había tomado nunca, de pronto empezó a decir que se estaba quedando dormida, le preguntamos qué había tomado y nos dijo lo de las pastillas (lo terrible es que yo las llevaba dentro de una caja de Dolalgial pero no era Dolalgial). Finalmente se quedó completamente dormida, yo corriendo a buscar un médico pero no había. Era domingo y el dispensario estaba cerrado y marqué un número de emergencia desde una cabina telefónica y me dijeron que si no había tomado alcohol lo único que podía pasar es que estuviera dos días durmiendo y lo cierto es que estuvo 16 horas seguidas durmiendo plácidamente, pero el susto que nos llevamos fue tremendo.


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