12 de enero de 2008   ¡El primer cambio de año!       




    ¡Hoy hace diez meses que te has ido!

    Hola Dolors, querida Dolors y tan echada a faltar Dolors del Alma. Con fecha de hoy se cumplen 10 meses desde que te fuiste con todo tu derecho a comenzar una nueva vida, la Verdadera Vida, la Eterna y en la que nos volveremos a ver, cuando me haya ganado yo ese derecho. En este mes que ha transcurrido se ha dado el hecho, que aunque uno no lo quiera es significativo, de haber sido las primeras Navidades que hemos pasado sin tu presencia física. Son estas unas fechas difíciles de pasar, seguramente debido a las costumbres humanas de reunirse en familia más que en otras épocas del año, porque como ahora sabrás con mucha seguridad, la Verdadera Navidad es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, al menos en el mundo occidental, si bien esto ha pasado a un segundo término predominando el aspecto festivo, vacacional, etc. de esta sociedad que poco a poco se va degradando sin darse cuenta. Pero las costumbres son las costumbres y es un hecho radical que las fechas navideñas son cruciales y difíciles de pasar cuando un ser querido, un ser tan querido como eres tú, Dolors, ha pasado al Otro Lado. Es una época especialmente sensible en la que te pueden herir con facilidad, pero por fortuna, tu protección siempre está por encima de toda maldad y salimos adelante. Karine explica que donde vivís vosotros lo que impera es el amor y el perdón y que toda circunstancia de odio, ira, rencor, celos, venganza aleja de vosotros a quien toma esos caminos que al llevar a la Oscuridad se alejan de la Luz del Amor. Me siento muy feliz de que tú, mi querida Dolors, estés habitando en la Luz y de que seas feliz allí en compañía de las Almas afines a tí y eso me consuela muchas veces cuando sufro el dolor de tu ausencia. Han pasado diez meses pero eso sigue ocurriendo cada día, y sólo me consuela el saber que tú estás bien, que aunque a veces hay nubarrones de Oscuridad que se acercan a la Luz, son repelidos y predomina el Amor y el perdón. Discúlpame, y ya sé que te lo digo muchas veces, pero no puedo evitar en algún momento del día llorar por el vacío de tu ausencia. Ya sabes y también te lo digo siempre, que procuro que ese llanto dure poco para no entristecerte y me consuelo y me consuelas al visionar tu alegría, tu felicidad, tu amor, tu cariño, tu bondad, tu comprensión y todas las facultades que nacen del Verdadero Amor que tú posees e irradias a tus seres queridos que están abiertos a su recepción porque intentan vivir dentro de sus posibilidades terrenales, en las directrices de la Luz y del Amor. Te quiero con todo mi corazón y todo mi ser vida mía y seguimos sin olvidarte ni un solo día. T'estimem.

    Mariano, Alana y Daniel. 12 de enero de 2008

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