Ya han pasado siete años mi querida y dulce Dolors
Hola Dolors. Estaba leyendo la carta que te escribí para estas fechas el año pasado y me ha parecido mentira como podría ser ésta exacta a aquella y cambiar únicamente las fechas porque en este año no han variado determinadas cosas y por ejemplo también coincide que mañana tengo el examen del segundo trimestre de coreano, al igual que el año anterior. Y también sigo comiendo con Alana cada martes aunque últimamente hemos variado el horario y en vez de quedar en el restaurante a las 2.15, quedamos a la 1.30 pero por lo demás sigue todo igual cariño mío. Sueño contigo muchas noches pero son sueños normales en los que tú estás como corresponde a secuencias oníricas sacadas de la vida real en la época en que tú estabas físicamente. Ayer se lo contaba a Alana mientras comíamos.
Sigo igualmente con todas las páginas web aunque le he dado prioridad, de momento, a la de Coreano y a la de Flash Gordon, quedando relegada la de Superman que después de tantos años me empieza a cansar aparte de que el Superman moderno no me gusta, me refiero al de los comics porque el del cine es otra cosa diferente como ya sabes, para mi es un pre-Superman, no lo conocen más que los familiares directos y los mandos del ejército y como la siguiente será en 2016, pues quien sabe qué habrá pasado en todo este tiempo, pero eso es otra historía querida Dolors.
Hoy ha venido a verme Antoni Arigita Albiol, que hacía ya un tiempo que no venía y me estaba temiendo lo peor. Su esposa Montse llevaba con cáncer varios años y hace 15 días que se fue, que atravesó el Umbral Dimensional y ahora estará contigo. Ese era el porqué del retraso. Estábamos hablando, recién llegado, de otras cosas sobre comics pero han llegado a casa Daniel y Tania y al preguntarle Daniel por su esposa la conversación ha girado y nos ha estado contando pormenores de lo ocurrido. Llevaba con ella 40 años y felices, al igual que tú y yo llevaríamos ahora si aún estuvieras 39. Unos tiempos muy parecidos.
Me gusta mucho como, últimamente, cuando hago mis paseos diarios de después de comer voy pensando en tí, recordándo hechos pasados de nuestra vida y hay momentos en que te noto con fuerza y eso hace que me sienta muy bien. Querría que fuesa a diario pero la realidad es que no me ocurre cada día, aunque si es cierto que no pasa ni un sólo día en que no esté contigo mentalmente. Te sigo queriendo y te sigo agradeciendo cada vez que me ayudas en algo, como siempre haces. Gracias Piruleta.
Mariano, 12 de marzo de 2014