12 de noviembre de 2007   ¡Seguimos adelante mi Dolors del Alma!       




    ¡Hoy hace ocho meses que te has ido!

    Mi querídisima y añorada Dolors del Alma, ya ha vuelto a pasar otro mes y van ocho desde que terminaste tu paso por la Tercera Dimensión y cruzaste la gran barrera, te fuiste al más allá desconocido para nosotros. Espero de todo corazón y cada día te lo digo en nuestros paseos del medio día y cuando ruego por tí por las noches, que te encuentres muy bien, que ya hayas pasado por todos los procesos que hay que vivir cuando se llega de nuevo a la Quinta Dimensión y tienes que ser enseñado para aprender a vivir de una manera diferente, tal como nos cuenta Karine. A estas alturas espero que ya estés totalmente curada de todo lo que en la Tercera Dimensión nos atormenta y aprisiona, como son las enfermedades del cuerpo físico y los defectos psicológicos que todos tenemos aquí. Cada día te digo en un momento u otro que me gustaría tanto poder verte en sueños, poder ver cómo estás, qué aspecto tienes, te imagino guapísima irradiando la luz de tu Alma, rejuvenecida, viviendo feliz con tu madre y con todas las Almas afines que hayas conocido, viviendo en un lugar idílico en comparación con esta Tercera Dimensión que cada vez está más sucia y contaminada. Me gustaría tanto que te pudieras comunicar con nosotros aunque sólo fuera de vez en cuando a través del punto de contacto que hay entre la Tercera y Quinta Dimensión, que es el mundo de los sueños, no los sueños de uno, generados por el propio inconsciente, sino esos sueños particulares y especiales que en realidad son vivencias astrales. Pero no sé si voy demasiado rápido y aún no es el momento pues sé que todas esas cosas tienes que aprenderlas y además tiene que haber permiso de la Ley Divina, tanto para tí como para mí. Seguiré teniendo paciencia infinita y te sigo pidiendo que me perdones porque todavía de tanto en tanto se me rebela el cuerpo y se me arrasan los ojos o se me llegan a saltar las lágrimas al notar en un momento dado y de una manera muy dura tu ausencia. Enseguida me paro pues pienso que tú estás bien, que estás mejor que yo y no quiero hacerte sufrir, pero me sigue siendo muy difícil que cuando menos me lo espero, mi mente me traiciona y me hace sentir que tú no estás físicamente a mi lado y rápidamente se disparan recuerdos tristes del final y tengo que quitarlos de mi mente y verte como imagino que estás ahora, preciosa, bellísima y feliz y entonces se me va el malestar y me quedo tranquilo.

    Como cada mes, Dolors, no podemos por menos que repetirte lo mucho que te queremos y que seguimos acordándonos de tí contínuamente y hablando por mí y como te he dicho muchas veces, tú eras y lo sigues siendo el todo para mí y afortunadamente puedo seguir viviendo porque siento que aún estas conmigo, aunque no te vea, aunque no te oiga, porque sigues siendo la parte más importante de mi vida y para mí es como tener una aliada en el cielo, un contacto con el más allá, alguien con quien cuento en mi futuro y a quien amo y siempre amaré.

    Mariano, Alana y Daniel. 12 de noviembre de 2007

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