12 de septiembre de 2007   ¡Seguimos sin olvidarte Dolors del Alma!       




    ¡Hoy hace seis meses que te has ido!

    Mi adorada Dolors del Alma, ya han pasado seis meses desde que nos dejaste de cuerpo presente, para nacer a tu Nueva Vida, la Real, la Eterna y en la que nos volveremos a reencontrar. Sigo sin olvidarte en ningún momento y este mes he estado un poco más sensible, se me han arrasado los ojos más fácilmente con tu recuerdo, pero ha sido por recordar la parte final de tu vida en la Tercera Dimensión y a veces simplemente por pronunciar tu nombre en voz alta. Dolors, vida mía, me debes de perdonar estos momentos de debilidad, que ya sabes que se deben a que te sigo echando a faltar enórmemente. Pero intento superarme porque sé que si tú nos ves felices desde donde estás, tú eres más feliz y eso es lo que yo más quiero en esta vida, tu felicidad. Quizás es tontería, porque tú ahora tienes otra vida en la Quinta Dimensión y allí eres mucho más feliz que cualquiera que tenga que vivir en la Tercera. Estos días, he ido por la calle y en vez de ponerme triste al pensar que no estás físicamente, he intentado, lo intento y muchas veces lo consigo, estar contento, satisfecho de haber vivido contigo todos estos años, los recuerdo con orgullo y agradezco haberlos podido pasar y te agradezco que me hayas querido y aguantado mis debilidades y que siempre hayas sido no sólo mi soporte sino el soporte de toda la familia, de Alana, de Daniel y sé que de muchas más personas.

    El otro día imaginé que estaba en una playa desierta y mi cuerpo se quedaba tumbado en la arena protegido por una cúpula de cristal impenetrable y mi alma se desdoblaba y salía de mi cuerpo y ascendía hacia arriba. Me vi entre nubes y de pronto apareció una gran puerta ovalada que abrí y entré al interior de una sala circular totalmente iluminada de azul cielo y blanco intenso. En el centro estabas tú y te decía que sabía que habías fallecido en la Tercera Dimensión y te preguntaba si tú lo sabías y te decía que tenías que seguir subiendo más arriba. Y apareció tu madre y las dos ibais vestidas igual con unas túnicas blancas brillantes de luz y lo que más se veía eran vuestras caras iluminadas, jóvenes y bellas ambas. Y me despedí de tí, diciéndote que te fueras con tu madre y que subieras hasta donde ella vivía y vi tu cara sonriéndome y luego te giraste junto con tu madre y empezasteis a ascender hacia un lugar que parecía un túnel de luz intensísimo. Yo bajé de nuevo y me introduje en mi cuerpo y estos días he estado pensando cómo es el lugar donde vives con tu madre y con más personas afines, con Almas que vibran por igual y vi que vivías en un lugar bellísimo, lleno de naturaleza pura sin contaminación, hojas verdes por doquier, bellísimos árboles, ríos y un lago con una cascada de aguas cristalinas, montes en la lejanía y vi que andabais por esos parajes pero también de tanto en tanto os trasladabais de un lugar a otro volando y no sé porque que siempre te veía así con tu madre, volando cogidas de la mano, y vuestras caras brillaban de alegría y felicidad. Y toda esta visión me consuela y me pone feliz y hasta me da un poco de envidia.

    Cuando recuerdo tus últimos meses con nosotros, hubo momentos malos por tus molestias de la quimio, por mi sufrimiento en secreto cada vez que notaba algo que no me daba buena impresión, pero no te lo podía decir, pero también había muchísimos momentos de intenso cariño y felicidad. Tu Alma empezaba a aflorar, a aparecer. Yo no me daba cuenta en el momento de que cada vez te estabas volviendo más Alma que cuerpo físico, pero ahora en el recuerdo sí me doy cuenta, pues cada vez que te acercabas a tu Nacimiento Real, eras cada vez más buena e inocente, más sabia y compasiva y así es como te fuiste hacia arriba, hacia tu Vida Real. Pronto nos veremos Dolors, y sé de la facilidad que tenéis de vigilarnos y cuidarnos a los que aún estamos aquí, y te lo agradezco vida mía, que me hayas cuidado antes y me sigas cuidando ahora y lo mismo a Daniel y a Alana y por eso te queremos tanto y no te olvidamos ni te olvidaremos jamás hasta que podamos volver a estar juntos y vivir en el lugar maravilloso que imagino ahora cuando pienso en tí, mi Adorada Dolors del Alma.

    ĦAh! Ayer, como era 11 de septiembre hice lo que tú siempre hacías, puse la señera catalana en el balcón, porque cuando me desperté enseguida lo pensé y me imaginé que te gustaría que lo hiciera y verla desde donde tú estás. T'estimo, T'estimem.

    Mariano, Alana y Daniel. 12 de septiembre de 2007

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