Mi dulce y queridísima Dolors. Hoy, 28 de julio de 2008, te repito las mismas palabras que el año pasado y te añado otras. Hoy hubieras cumplido 56 años y lo hubiéramos celebrado junto con el día de mi santo que tú institucionalizaste ya que yo no tenía día de santo y como a tí te gustaba celebrar santos y cumpleaños, pues un día dijiste que mi santo sería y lo celebraríamos el día de tu cumpleaños. Y así ha sido en lo que respecta a mi santo porque ahora tú tienes un nuevo cumpleaños que es el 12 de marzo de 2007, el día que abandonaste esta dimensión para nacer en otra superior donde no existe el dolor para las Almas buenas como tú y donde sabemos que eres muy feliz y que estás en compañía de tu adorada madre que tanto echaste a faltar desde que ella se fue a tus 19 años. Si no te hubieras marchado, en la opinión de todos los médicos con los que hablé del tema, estarías viva pero sufriendo mucho dolor, con la morfina siempre a cuestas y con una calidad de vida muy mala. Por eso, aunque tu ausencia me sigue doliendo en el cuerpo y en el alma, no soy egoista y me alegro por tí. ¡Cuánto hubiéramos deseado que la quimioterapia te hubiera curado y pudieras haber retomado tu vida con normalidad!, como nos hacían ilusionar los oncólogos... pero tú ya te habías ganado el ascender de dimensión, el seguir tu Vida donde sólo pueden morar las Almas buenas y generosas como tú, te nos adelantaste en el camino, por ser tan buena y porque... bueno, ese porqué profundo sólo lo sabes tú en este momento y espero y deseo y sé que algún día también yo lo podré comprender. No ha faltado la llamada de tu tía Lucía para felicitarme el santo, lo mismo que lo hace con el de Daniel y Alana y para hablar y recordar que también era el día de tu cumpleaños. Y por supuesto tampoco ha faltado la llamada de mi hermano Jesús para conmemorar el día de tu cumpleaños y la de Fernando que tanto te quería y te sigue queriendo como tú ya sabes. Dolors, no me canso de repetirte y así será siempre, lo mucho que te queremos Alana, Daniel y yo y lo mucho que te echamos en falta, pero estamos seguros que en un futuro nos volveremos a ver y estaremos todos juntos y felices. Te doy las gracias por la manera en que nos ayudas, nos cuidas y nos mandas tu amor y nosotros te mandamos desde aquí muchos besos y todo nuestro amor y cariño que nunca dejaremos de sentir por tí hasta que volvamos a reunirnos de nuevo. T'estimem.

Mariano, Alana y Daniel. 28 de julio de 2008