Motivación para la ilusión de vivir durante el duelo


    Esta carta la escribí dirigida a una viuda que se sentía sin motivación para volver a ilusionarse


    Hola. Leyendo tus respuestas a algunos posts de este foro, te comprendo muy bien y me gustaría poder ayudarte, pero qué difícil es a veces dar con las palabras adecuadas y aunque así sea, muchas veces, cuando estamos tan llenos de dolor y sentimos tanto la ausencia de aquel que era nuestro sostén, nuestro mundo, con quien lo compartíamos todo, quien nos hacía que las cosas tuvieran ilusión para nosotros, aquel por el que hacíamos lo que fuera para corresponderle, aquel que era la causa de que nuestras pequeñas cosas tuvieran importancia, quien nos valoraba siempre bien hiciéramos lo que hiciéramos, cómo seguir sin esa persona tan importante, tan vital en nuestras vidas, y seguir se sigue pues no queda más remedio, pero cómo seguir pero siendo feliz de nuevo, viendo la luz y el sol y sintiendo que las cosas tienen un sentido, como cuando tu esposo estaba contigo (como cuando Dolors estaba conmigo).

    Tú dices que eres pesimista, que tiendes a ver el vaso medio vació en vez de medio lleno, que nada te ilusiona porque todo lo hacías con tu esposo. ¿Sabes? Yo también lo hacía todo con Dolors y cuando ella se fue, antes de desaparecer físicamente en el coma inducido por la morfina, me decía con una sonrisa de bondad que no dejara de hacer nada de lo que hacíamos juntos, que no dejara de hacer nada de lo que me gustaba hacer y me lo hizo prometer y se lo prometí, pero cuando ella ya no estaba, me costaba muchísimo hacer lo que me gustaba, cuando tenía que salir de casa e iba por la calle, me parecía que estaba envuelto en una burbuja y apenas oía sonidos, era como una película, veía a la gente cruzándose conmigo, iba en el autobús o en el metro y lo único que sentía era a mi Dolors del alma. El dolor por su ausencia cada día era más grande y tenía a mi hija Alana de 25 años en ese momento y a mi hijo Daniel de 19 y tenía que seguir, pero no sólo por ellos sino por Dolors. Y cada día lloraba y así fue durante 14 meses, pero no quiero que pienses que me pasaba el día llorando, simplemente ocurría que se me escapan las lágrimas sin poder evitarlo, pero no me dejaba arrastrar por la desesperación, me dejaba llorar un rato porque sabía que reprimir el llanto no era bueno, pero también sabía que dejarlo suelto y sin control era peor.

    No recurrí a ningún psicólogo pero si empecé a tomar un ansiolítico ligero cada 8 horas que me ayudó a, por lo menos, los desequilibrios que produce la ansiedad evitarlos y así poder luchar con más serenidad a enfrentarme a la vida sin Dolors físicamente. Más adelante pude rebajar la dosis.

    En la página web de homenaje que le empecé a hacer, le escribía cartas y no faltaba ni falta la carta mensual de los días 12 de cada mes que fue el día que se me adelantó en el camino. Y releyendo de tanto en tanto esas cartas que mañana hará 23 meses que le escribo, me doy cuenta de la variación que ha habido en mí, porque cuando escribes las cosas que te pasan, quedan ahí, escritas, se pueden revisar, en cambio los estados de ánimo concretos, puntuales, se pasan y se olvidan y el poder evocarlos al releerlos me he dado cuenta de cómo el dolor inmenso de los primeros días, de las primeras semanas iba cambiando, muy despacio, porque al principio el dolor iba en aumento. Releyendo esas cartas pude constatar que fueron 14 meses seguidos de llorar cada día en algún momento, de ir a la farmacia de casa donde nos conocen y pedir lágrimas artificiales para unos ojos irritados, un mes y otro mes.

    Pero a pesar de todo esto, no me dejé arrastrar por el desgarro, la desesperación, el desconsuelo, porque desde el primer momento, comencé a aprender a relacionarme con ella espiritualmente, energéticamente. Lo mismo que tú dices que te levantas con tu esposo y te acuestas con él, yo también me levanto con Dolors y me acuesto con ella y siempre está a mi lado, y nunca estoy sólo, porque he aprendido a integrarla en mi vida de manera positiva y quizás estarás pensando que cómo se hace eso, que como lo tengo que hacer yo misma, y sólo te puedo decir en primer lugar que se puede hacer, que yo lo he hecho y sé de otras personas que con el mismo método también lo han hecho y todo estriba en aferrarte de manera positiva al amor que sientes por tu esposo, a no pensar que se ha muerto y ya no lo verás hasta que tú te mueras. Eso sólo es una mitad de la realidad, tu mitad, porque la otra mitad es que aunque tú no lo veas o no lo sientas, él si te ve y te siente a ti y si tú eres desgraciada y te desesperas, él que por vivir en la Quinta Dimensión de la Naturaleza (nuestro siguiente destino creamos o no en él) no puede evitar el ser y estar feliz, libre de las miserias que nos causa el cuerpo físico, pero le sabe mal, siente mucho verte así, querría verte feliz, querría ver cómo sales adelante, y si sientes que eso puede ser, la fuerza para realizarlo te la va a dar él mismo, él va a ser tu sostén, quien te anime a todo, porque el amor que os une es el que va hacer que se muevan las montañas, ya que tú por amor a él vas a estar dispuesta a hacer lo que haga falta.

    Y ahí tienes la motivación, lo que te ha de mover en la vida, al menos en esta etapa, en estos momentos, hacer las cosas por el bien de tu esposo, para que tu esposo esté mejor, para que sea libre, para que se sienta orgulloso de ti, y todo eso que al principio cuesta de hacer, si se hace poco a poco se va generando una energía que es la energía base del Universo, la energía que todo lo puede que no es otra que la energía del amor, ese amor que os une y que hará que por él intentes salir adelante, por él, no te abandones y le empieces a poner ilusión a cualquier cosa, como te dice tu psicólogo, tienes que ser tú quien haga el esfuerzo, nadie lo puede hacer por ti, pero yo te doy (porque es lo que yo hago y es lo que me ha servido), yo te doy un aliciente, el aliciente más importante, que empieces a hacer las cosas, si no por ti, por él, por tu esposo, para poder ofrecerle tus momentos alegres, tus piquitos de ilusión, en lo que sea, no importa. Un día vas por la calle y ves un hermoso paisaje y su belleza te conmueve, aunque sea un poquito, y ese sentimiento positivo lo asocias a tu esposo y se lo ofreces a él. Y otro día uno de tus hijos te hace reír por algo y ese sentimiento de la risa lo asocias a tu esposo y se lo ofreces (mentalmente) a él. O un día vas al cine con tus amigas que has dicho que no te quieren dejar sola y cualquier sentimiento que surja en ti de bien estar, porque pequeñín que sea, se lo ofreces a tu esposo y aprendes a ofrecerle momentos alegres en vez de que te vea triste continuamente.

    El Amor verdadero es desinteresado e implica un sacrificio, porque el Amor verdadero es el oficio sagrado, el sacro oficio, es decir, que implica sacrificio y si en verdad amamos al ser que se nos ha adelantado en el camino, nos hemos de sacrificar por él, hemos de aprender a sacrificar nuestro sufrimiento para poder ofrecerle alegrías cuantas más veces mejor y eso generará en ti una sensación de bien estar, de saber que aunque estéis separados de momento dimensionalmente, puedes influir en él, puedes ayudarlo, puedes colaborar en su felicidad, puedes darle más libertad. Ellos tiene sus cosas que hacer porque no están muertos, están más vivos que nosotros y con su cuerpo energético que es idéntico en su aspecto al físico, debido a la zona dimensional en que viven y a las leyes de vibración de la energía propias de esa zona, pueden hacer cosas a la vez, pueden estar haciendo lo que sea que tengan que hacer y no perdernos de vista sólo que si ven que estamos bien, que salimos adelante, pues se sienten mucho mejor y más libres.

    O sea que por amor tienes que decidirte a salir, poco a poco, con tus hijos, con tus amigas, sola, pero dándole un nuevo sentido a tus salidas, ya no las vas a hacer por obligación familiar o social sino por agradar y ayudar a tu esposo, para hacerle que se sienta orgulloso de ti y tú llegarás a sentirte orgullosa de ti misma y empezarás a encontrarle de nuevo gusto a cosas que las habías abandonado, porque ahora las vas a poder asociar a tu esposo, y él te ayudará, sin que te des cuenta, te mandará su amor y su energía para ayudarte. Sólo han pasado 8 meses desde que tu esposo se fue a seguir con su siguiente etapa de la Vida , pero ya puedes, si lo deseas, porque todo esto que te cuento porque es lo que yo he hecho y hago, si decides hacerlo ha de ser porque tú quieras, porque comprendes que puede ser una buena manera de usar tu amor por tu esposo.

    Para no alargar más el tema, es posible que ya sepas, porque lo he puesto en esto foro muchas veces, que en la página de homenaje que le hago a Dolors, hay una sección que contiene cartas que he escrito a este foro en las que explico y hablo de estas cosas tal como yo las entiendo y las vivo y que sé, porque así me lo han confirmado, que puede ayudar a quien se ponga en ello. Por eso si lo deseas, puedes leer esas cartas haciendo click en el índice de abajo.

    Un abrazo

    Mariano

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