“Los que se van y los que se quedan”

    No importa cómo se van las personas queridas, nuestros hijos, nuestras esposas, nuestros maridos, nuestros amigos, no importa. Siempre el que más sufre es el que se queda y cuando te dicen que el tiempo lo cura todo, es una verdad relativa, porque cuando un ser querido se va, el tiempo de duelo es diferente para cada persona pero es experiencia común que al principio, cuanto más tiempo pasa, más duele. Lo que ocurre es que siempre se llega a un momento de máximo dolor, diferente en cada caso y en cada persona, y llega un momento en que el dolor tan fuerte y la desesperación se pueden empezar a calmar. Luego vuelve de repente, cuando menos uno se lo espera, y se vuelve a ir y poco a poco de manera ondulante, la intensidad del dolor va bajando.

    Ese es un patrón común para la mayoría, habiendo, como en todo, excepciones. Pero hay algo muy importante a tener en cuenta y es la actitud que nosotros tomamos ante ese hecho tan doloroso como es que un ser querido se nos adelante en el camino. Yo nunca utilizo la palabra “pérdida”, no uso el verbo “perder” para estas ocasiones porque no se corresponde con la realidad, y prefiero decir que “el ser querido se nos adelantó en el camino” La palabra perder, si tiene algún sentido, lo tiene únicamente para las personas ateas, materialistas que no creen en la VIDA después de la vida. Esas personas, tienen muy poco margen de consuelo pues como piensan que después no hay nada más, pues lo experimentan como una pérdida.

    Las personas que siguen las pautas de las religiones más comunes en occidente, tienen el consuelo de pensar que su ser querido está en el Cielo con Dios y que algún día, en el final de los tiempos lo reencontrarán. Es un consuelo pero hay mejores maneras. (Ver ampliación abajo)

    Sin embargo, es una realidad, a la que cada vez se abren más personas ya que hay miles de testimonios, pasados y presentes, que la muerte no existe, que lo que muere es el cuerpo físico, lo que se desvanece con el tiempo es el cuerpo físico, que al quedarse sin la energía que le daba la vida termina pudriéndose y desapareciendo. Pero lo que hay que entender es que nuestra auténtica realidad no es nuestro cuerpo físico, sino nuestra Conciencia, nuestra energía y como decía Einstein, la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma y cuando el cuerpo físico deja de ser útil, por viejo y desgastado, por enfermedad grave, por lesión fatal en accidente, por asesinato, por suicidio, no importa el motivo, cuando el cuerpo físico deja de funcionar, le energía vital que lo sustenta, es decir, nuestra auténtica realidad, nuestra conciencia con su cuerpo energético que es un doble exacto al cuerpo físico, sigue viviendo en otra dimensión.

    Y mucha gente se dirá que qué es eso de “otra dimensión”. Bueno, hay gente que dice que su ser querido se fue al Cielo. El cielo es la otra dimensión. Lo que pasa es que se puede hablar de una manera generalizada o de una forma más particular, más exacta, con más detalles.

    Aunque hay intereses creados, tanto religiosos como políticos, de que no se conozca, de que no se difunda, cual es la realidad del Universo en que vivimos, cada vez hay más descubrimiento de algo que ha existido siempre, de un hecho que es lo que es, y es que el Universo es todo energía y la energía se diferencia por su estado de vibración y el estado de vibración de la energía es lo que forma distintas dimensiones en el Universo y por eso se dice que el Universo es multidimensional, tiene varias dimensiones y ya hay pruebas científicas actuales de que eso es así, aunque hay miles de personas que siempre lo han sabido y lo han expresado quizás con otras palabras y en terminologías religiosas cómo cuando se habla de las diversas estancias que hay en el Cielo.

    El caso es que cuando un ser querido se nos adelanta en el camino, deja su cuerpo físico y continúa su VIDA con su cuerpo energético, que como decía antes es un doble en imagen del cuerpo físico y se puede decir que en ese momento atraviesa el umbral, el umbral de separación entre la tercera dimensión (donde vivimos con cuerpo físico, necesario para captar los estados de vibración más densos de la energía que es la materia), y en el Otro Lado, en el Más Allá (de la dimensión física), en la Quinta Dimensión (la cuarta es el tiempo), continúa su VIDA. Y vivir en esa Quinta dimensión es como estar en el cielo, porque allí hay ausencia de dolor, hay felicidad, hay Amor, nuestros seres queridos son felices y libres cuando entran en la Zona de Luz de la Quinta dimensión.

    El cambio de dimensión es diferente en cada persona. No es lo mismo dejar esta vida física, en la cama, porque el cuerpo se desgastó, sin enfermedad, con tranquilidad de espíritu, que hacerlo de manera inconsciente sedado por morfina para evitar el dolor del cuerpo físico. No es lo mismo encontrar el fin de la vida de manera esperada aunque sea por enfermedad, que de forma brusca por muerte instantánea al tener un accidente grave o al ser asesinado o por suicidio. El paso brusco de una dimensión a otra puede producir, sólo en un principio, no saber qué ha pasado, no saber donde está uno, pero enseguida recibimos ayuda para que podamos comprender la situación.

    Llegados a este punto, es necesario comprender y aceptar otro concepto además de que el Universo es multidimensional y es que el Universo está ordenado, la palabra Cosmos significa orden en contra de Caos que significa desorden. Lo que pone orden en el Universo son las leyes físicas, muchas de ellas conocidas y estudiadas por la Ciencia, pero la ciencia actual todos sabemos que es muy incipiente y que está aún muy lejos de comprender y explicar la totalidad del Universo, en parte por un exceso de orgullo, y es que el Universo no se ordena sólo, si hay un orden es porque hay un Principio Ordenante, una Energía Suprema y Consciente capaz de controlar su Creación. O sea, lo que en las religiones se conoce como Dios. Es absurdo y no conduce a ninguna parte el creer que el Universo es multidimensional pero que se maneja sólo, excluir de su realidad la existencia de Leyes Divinas que lo regulan todo.

    Sólo bajo estas dos premisas, que el Universo es multidimensional y que hay un una Potencia Superior que lo rige, es posible empezar a entender que hay VIDA después de la vida, que la vida no es solamente ese período de tiempo desde que nace el cuerpo físico hasta que se desmorona por la causa que sea y entonces podemos empezar a entender que hay un porqué y una explicación para todo. Otra cosa es que nosotros, con las limitaciones de nuestra mente material la podamos comprender a cabalidad. Es esa incomprensión la que nos lleva a desgarrarnos de dolor e incluso cuando se es creyente dudar de la existencia de Dios porque no entendemos cómo puedes ser, qué sentido tiene, que se vaya un hijo, un hermano, alguien que aún es joven y aún no ha vivido, o no ha vivido lo suficiente (a nuestro entender) y deja hijos en el caso del punto de vista de que se adelantó en el camino un padre o una madre, etc.

    Aquí entraríamos en un tema que es el de la Ley del Equilibrio Universal y de que todo tiene un porqué y que las injusticias a nivel Divino no existen, sólo existen las injusticias humanas, creadas por los errores que comentemos continuamente los seres humanos. Dios es Amor y la energía principal del Universo es el Amor y jamás el Creador que creo todo el Universo con Amor, abandonaría a ninguna criatura a la injusticia y al dolor. Lo que ocurre es que hay muchas veces que los seres humanos sólo aprendemos las cosas con dolor y para que crezcamos y aprendamos aspectos que nuestra ignorancia y nuestro orgullo nos hacen pensar que esas cosas no las necesitamos, que es una injusticia lo que ha ocurrido, que eso demuestra que Dios no existe, etc., etc., etc., ocurre que si no hay otra manera de que aprendamos algo para nuestro propio bien, pues sólo lo aprendemos con dolor. Y ahora no lo entendemos y nos parece injusto, pero cuando pasamos al Otro Lado, cuando nuestra Conciencia se libera del lastre del cuerpo físico y después de pasado un pequeño período de aprendizaje por el que todo el mundo pasa al llegar a la Quinta dimensión, consistente en repasar toda nuestra vida para aprender de nuestros errores y apoyados con infinito Amor por un Alma particular y desarrollada que nos explica y no nos juzga, solo nos enseña, entonces podemos comprender lo que ha pasado y vemos que no ha habido ninguna injustica y que las cosas tenían que ocurrir como han ocurrido.

    Todo efecto tiene una causa y para que se produzca ese efecto, en este caso, que la persona abandone el cuerpo físico para seguir con su vida en la siguiente etapa, la causa puede ser de muy diversa índole, pero siempre acorde con las Leyes Divinas. Según esas leyes, a veces la causa es simplemente que el cuerpo físico se desgastó de puro viejecito. Otras veces la causa es un error médico (muchísimas veces los errores médicos son las causas para que algo acurra, para que se desencadene el efecto que se necesita a nivel cósmico). Otras veces la causa es una explosión, es una bala, es un suicidio (nos saltamos la Leyes Divinas a nuestro cirterio). Todo es usado porque quien tiene el poder de usarlo, y eso no quita que toda acción tenga sus consecuencias. El error médico, la negligencia de los médicos tan frecuente, es usada, pero eso no quita para que el causante de ese error, cuando le llegue el momento, lo pague, tenga que arrepentirse y sufrir hasta comprender su error. Pero como podemos intuir todo esto se escapa bastante de la normal comprensión del ser humano con sus capacidades mentales tan limitadas. Es cosa de dioses no de humanos. Todo el mundo que pasa al Otro Lado recibe ayuda. Lo normal y ordinario es que le salgan al encuentro sus seres queridos que se le adelantaron, y siempre hay un Alma particular para cada uno que nos va a ayudar, que nos va a enseñar a cómo usar nuestra nuevas habilidades, porque a partir de ese momento, en ausencia del cuerpo físico, no vamos a hablar con sonidos sino que la comunicación es telepática, la forma de movernos es muy diferente, estamos en una dimensión nueva y desconocida y se nos tiene que enseñar a vivir en ella. Nunca somos abandonados. Como el cuerpo energético es el que le da la vida al cuerpo físico, cuando éste ha enfermado, se ha desequilibrado, hay repercusiones en el cuerpo energético que tienen que ser restauradas y equilibradas y mientras eso ocurre pasamos un corto tiempo de paz y tranquilidad durmiendo, mientras se repara el cuerpo energético. Lógicamente hay miles de casos diferentes y hay muchas personas que no necesitan pasar por ese proceso o que el tiempo es muy rápido, como en los niños. Cuando no hay seres queridos adelantados esa Alma nos protege y enseña, nunca nadie es abandonado.

    Volviendo al punto de partida, al momento en que se produce la separación física, es indudable que el dolor y el sufrimiento que eso nos produce es inmenso y por supuesto que los peores casos son los de hijos que se nos adelanten, aunque para hijos que aún no son adultos también es muy fuerte que se les vayan sus padres, o en el caso de adultos su pareja. Pero es muy importante la actitud que nosotros tengamos para poder paliar de alguna manera ese dolor tan terrible que a veces produce en las personas negación de la realidad y ni siquiera reaccionan. No lloran, han formado un bloque de separación con lo ocurrido. Lo normal es llorar, pero hay que diferenciar entre llorar y desesperarse y retorcerse de dolor. Es normal que ocurra, nadie le puede decir a una madre o a un padre que no llore porque se le fue un hijo o una hija. No se puede evitar, es imposible, sería inhumano, pero es muy importante darse cuenta de que nuestras acciones todavía afectan a nuestros seres queridos que acaban de irse y que ellos nos ven y nos oyen y se sienten mal de no poder decirnos que no nos preocupemos, que están bien, porque desde una dimensión superior se puede ver la inferior pero no al revés y si bien nosotros no vemos a nuestro ser que se adelantó, sólo vemos el cuerpo físico que dejó, él sí nos ve y nos oye a nosotros y si fuéramos conscientes de eso entonces se produciría un doble efecto.

    Por un lado evitaríamos sufrimiento y retención en sus procesos de crecimiento al ser querido, y por otro lado la comprensión de lo ocurrido nos ayudaría muchísimo a superar nuestro dolor, a aprender a manejarlo con amor y no con sufrimiento.

    Lo siento, puede parecer duro, pero no ama mejor quien más sufre. Es más fácil abandonarse al dolor y al sufrimiento, que superar ese dolor y transformarlo en verdadero amor y si nosotros en verdad amamos a nuestro ser querido, no vamos a querer ponerle ninguna traba en su camino, no vamos a querer que se sienta mal, si lo amamos de verdad querremos lo mejor para él y lo mejor para nuestros seres queridos que se nos han adelantado es que les enviemos, amor, paz, tranquilidad, palabras que les hagan libres para que sigan libres con sus vidas, que no significa olvidarlos en ningún momento. El olvido es lo que más tristeza puede producir en un ser que ha pasado a la siguiente etapa de su vida. Tenemos que comunicarnos con nuestro ser querido, tenemos que hablarle con el pensamiento y decirle que esté tranquilo, que vamos a intentar ser felices por él, para que él pueda seguir libre sus procesos, libre porque cuando nos ven sufriendo atrozmente se sienten retenidos y no quieren seguir adelante, se retrasan, a veces incluso se quedan en zonas intermedias de la Quinta dimensión y no entran en la Zona de Luz donde les espera la Felicidad con mayúsculas, el sentir el amor del Creador, el vivir en la libertad que supone no tener las cadenas que son el cuerpo físico con sus dolores y molestias y falta de comprensión de las cosas.

    Claro, somos humanos y ese cambio, esa transformación de sacrificar el sufrimiento en aras del amor por el bien del ser amado, no se puede hacer de golpe, hay algunas excepciones, pero normalmente, no se puede hacer de golpe sobre todo si es la primera vez que pasamos por esa experiencia y es necesario llorar para que no aparezca alguna enfermedad como consecuencia de la represión de ese llanto, de ese desahogo necesario. No se pueden evitar las lágrimas, el dolor inmenso, pero cuidado porque eso no quita para que no nos dejemos caer en la desesperación, que muchas veces por ignorancia de las cosas o porque somos débiles, nos dejamos arrastrar por el camino más fácil que es el del desespero. Es mucho más difícil, poco a poco, por comprensión de las cosas y sabiendo que a nuestro ser querido le vamos a hacer más bien si le mandamos amor y alegría que si le mandamos dolor y sufrimiento, es más difícil, repito, ir transformando poco a poco ese sufrimiento en buscar momentos de alegría para ofrecérselos a él, recordarles los buenos momentos, escribirlos, eso es muy terapéutico y ellos lo reciben, porque lo que escribimos pasa por nuestra mente y ellos leen fácilmente nuestra mente por eso les podemos hablar mentalmente.

    Y tenemos que llegar a la integración de nuestro ser querido en nuestra vidas. No existe el olvido, al contrario, la integración, el poder comunicarnos con él, el pensarle, el hablarle, el contarle lo que hacemos, el tenerlo en cuenta, pero sin retenerlo, diciéndole que siga libre su camino, porque ellos, aunque están vivos y en la Quinta dimensión hay mucha actividad y hay muchas cosas que hacer, tienen habilidades que les da su cuerpo de energía y hagan lo que hagan siempre están por nosotros. Basta que les pensemos para que nos conectemos y si cuando pensamos en ellos les mandamos amor y alegría, en cuanto podamos hacerlo, eso les ayuda enormemente a crecer y a poder seguir su camino sin la atadura que suponer el saber, porque lo saben, que estamos tristes y destrozados, que les damos por perdimos, que pensamos que se murieron y que no les veremos más o a lo sumo cuando nos muramos o que no nos reuniremos con ellos hasta el final de los tiempos.

    Y otro tema es el de las señales que ellos intentan mandarnos para que nos percatemos de que están vivos, pero si estamos atormentados por el dolor, no las vamos a recibir, o si creemos que perdimos al ser querido no las vamos a captar y a veces no se reciben por causa de que hay leyes que no lo permiten en base a que tenemos algo que aprender, pero el tema de las señales es otro y muy grande ya que hay señales de muy diferentes tipos, directas e indirectas (abundan más las indirectas) que hay que aprender a verlas, la comunicación por sueños, las casualidades que no lo son, etc.,.

    Mi esposa Dolors, se me adelantó en el camino el pasado 12 de marzo de 2007 a causa de un cáncer linfático y aquí quedamos, a parte de mi persona, nuestros hijos Alana, que entonces tenía 25 años y Daniel que entonces tenía 19. Ella se fue sedada con morfina pero cuando abrió los ojos para dar el último suspiro supimos que era el momento en que su verdadero Ser abandonaba el cuerpo físico y le dijimos adiós mirando hacia el techo de la habitación de la clínica y le repetimos, lo mismo que se lo estuvimos diciendo en los dos días que duró el coma inducido por la morfina, que se fuera tranquila, que nosotros estaríamos bien, que nunca la olvidaríamos y que intentaríamos ser felices por ella y para ella, para que ella pudiera seguir su camino con felicidad, con tranquilidad y en la seguridad de que no sólo nos volveremos a encontrar sino que la tenemos integrada en nuestras vidas.

    En pocos días y tal como se lo prometí antes de que dejara de estar consciente, comencé la realización de una página web como homenaje a ella, como parte de la comunicación que sigo teniendo con ella y en donde he puesto una sección titulada “la muerte no existe” en la que hablo de estos temas escritos párrafos arriba y que nos han ayudado, nos ayudan y sabemos que ayudan a muchas personas a sobreponerse y a emprender el camino de integración del ser querido a nuestras vidas. Han pasado 16 meses, ayer se cumplieron, ha habido lágrimas y dolor pero siempre hemos intentado no caer en la desesperación, por ella, por su felicidad.

    La sección titulada “la muerte no existe” en la que voy añadiendo cartas complementarias escritas a este foro, y otros temas relacionados, se puede ver para quien lo desee aquí:

    http://superman.cinecin.com/lamuertenoexiste.htm


    Mariano, 13 de julio de 2008

    Aclaración a pregunta posterior sobre el párrafo 3

    Hola: Con lo del final de los tiempos, me refería a que algunas religiones hablan de que nos reencontraremos con nuestros seres queridos al final de los tiempos, cuando todo se acabe, al final del mundo y todo eso no es así, son interpretaciones incorrectas de palabras escritas en libros que se han traducido y retraducido y con versiones distintas y sujetos a intereses creados. Jesús le dijo al buen ladrón estando en la cruz que hoy mismo estaría con él en el paraíso. El paraíso es la quinta dimensión expresado en terminología científica y se le llama así poruqe la quinta dimensión está sujeta a un número menor de leyes y la vida allí es mucho más sencilla, no se tienen que cumplir tantas leyes como en la tercera dimensión para poder vivir. La vida allí es de plena libertad, sin las ataduras del cuerpo físico, y donde se puede experimentar sin trabas el verdadero amor, que es la energía primordial del universo. El reencuentro con tu hijo será en el mismo momento en que tú atravieses el umbral que separa las dimensiones tercera y quinta (la cuarta es el tiempo), en el momento en que tu cuerpo físico quede sin la conexión vital que lo anima, que es tu verdadero Ser y que pasa a vivir en la siguiente etapa que es la Quinta dimensión y él saldrá a recibirte y tomará la apariencia que tenía cuando lo viste por última vez para que lo reconozcas, porque normalmente si pasa tiempo, los niños crecen y se hacen adultos hasta hacerse jóvenes, lo mismo que las personas mayores se rejuvenecen hasta hacerse jóvenes, pero se presentan de forma que se les reconozca. Luego, cuando ya estés tú en la Luz (parte superior de la Quinta Dimensión) y hayas aprendido cómo es ese Nuevo Mundo, él se mostrará a tí en todas las edades que ha tenido hasta que lo veas crecido y joven si es ese el caso.

    Lo más importante es que tú le mandes siempre que puedas amor porque ese es el alimento principal de las almas, alegría, intenta ser feliz por él, tal como cuentas, porque así le ayudas en su proceso de crecimiento espiritual. El te ve y te oye y sabe que eres su mamá, porque el Alma experimentada que siempre se nos asigna nos enseña y nos explica todo y a los niños se les explica quienes son sus padres ý ellos viven muy felices con grupos de niños y almas que se dedican a cuidarlos y a guiarlos y ayudarlos a crecer espiritualmente (energéticamente) y si sus seres queridos les mandan amor eso es lo que más les ayuda. Por otra parte también existe la posibilidad de que recibas señales suyas. Hay muchos testimonios de padres que las reciben. A veces no resulta fácil distinguir las señales porque son como pequeñas casualidades. Otras veces, se da el caso en algunas personas que son más directas. Quiero decir que a veces puede haber una comunicación con el ser querido antes de llegar el momento del reencuentro total. Lo que si hay que saber que las personas que se suicidan con la intención de reencontrarse antes con el ser querido cometen un error pues toman otros caminos y en principio se alejan aunque a la larga se puedan reencontrar. Pero lo que ellos necesitan y cualquier persona tenga la edad que tenga, es que los que han dejado atrás sean felices y les manden amor y que vean que no tienen que preocuparse por su tristeza y así pueden crecer antes y mejor.

    Mariano, 14 de julio de 2008


    Respuesta de 16 de julio de 2008

    Mariano, que seas ateo, no significa que seas materialista.
    Efectivamente, hay muy poco margen de consuelo.
    A los que se van, no se lo que les espera, ni tampoco se si estarán en algún sitio, si estarán bien, si estarán mal o si estarán, pero si se lo que le pasa a los que se quedan.
    ¿Crees que comprandome ahora mismo un deportivo sería feliz?
    Yo te contestaré, no lo sería.
    En este mismo momento, cambiaria todo lo que tengo por poder abrazar a mi hermano, cambiaria hasta mi propia vida.
    ¿Eso es ser materialista?
    "La muerte no existe", ojala fuese esta la mayor verdad, el dolor que yo siento tampoco existiría y este foro que une a la gente en el dolor tampoco.
    Veo que estás muy puesto en temas de Parapsicología, ¿de que libro has copiado este texto?
    No quiero que te ofendas, pero los demás tambien leemos.
    El autor de este texto, en el tema de los ateos, creo que no ha estado muy acertado.
    Pérdida, esa es mi palabra.
    He perdido a mi hermano, he perdido las ganas de vivir, he perdido la alegria, he perdido la sonrisa, he perdido la felicidad, he perdido a mi misma sangre, lo único que no he perdido es el amor por mi hermano que perdurará por siempre.
    No te creas todo lo que leas, no es sano.
    De todos modos, gracias por compartirlo.

    Un saludo,

    Sonia


    Aclaración a las respuesta anterior

    Querida Sonia, perdóname si te he molestado con mis palabras. Quizás no he sido muy objetivo en esa frase al unir las palabras ateo y materialista. Yo nunca copio nada de libros con una sola excepción: el resumen que hice del capítulo 5 del libro "El vuelo de la mariposa" escrito por los padres de Karine Dray a quienes se lo compré por correo y a quienes pedí permiso para publicarlo en la página de homenaje que le hago a mi esposa y que se puede leer con la explicación pertinente en La muerte no existe

    Cuando mi esposa se fue el 12 de marzo de 2007 llevaba un tiempo escribiéndome (via e-mail) con una amiga de Buenos Aires que Dolors (mi esposa) también conocía y siempre me acordaré que en su primera carta en la que me habló del tema me decía “Vos, como sos ateo tenés poco margen de consuelo” y eso se me quedó muy grabado porque sí había una parte de nuestras vidas, de Dolors y mía, sobretodo en mi época universitaria que sí era ateo (no creía en Dios) y materialista, en el sentido de que no me preocupaban para nada las cosas que no fueran materiales, es decir, en mi caso particular, el cine, las revistas, los comics, los libros de ciencia ficción, novelas clásicas, la fotografía, etc. )

    Una hernia discal a los 26 años me mantuvo de baja en la cama por meses y aquel fue my punto de inflexión, allí fue, no sé cómo, que cambié todas mis lecturas que en aquel entonces eran mayoritariamente sobre casos clínicos de enfermedades mentales pues estaba estudiando Psicología Clínica en la Universidad de Barcelona, y nos empezamos, Dolors y yo, a abrirnos a otras teorías, a otros conocimientos, a otras prácticas de meditación que comenzamos a realizar y empezamos a vislumbrar que nos habían engañado, que el mundo no era como lo pinta la ciencia oficial, que era mucho mayor en todos los aspectos, que la dicotomía materia-energía era falsa porque todo es energía en diferente estado de vibración y situada en diferentes dimensiones según su tasa de vibración.

    Sin embargo, todos esos años quedaron en la lucha por cambiarnos a nosotros mismos, por la posible evolución del ser humano, pero eso es otra historia, eso llevaría a escribir sobre temas que ahora no vienen al caso. Lo cierto es que la muerte de mi padre en 1977, al vivir en otra ciudad, y estar viviendo con Dolors, no me afectó excesivamente. Me afecto más la muerte de mi madre en 1992 cuando ya estaba casado con Dolors y teníamos una hija y un hijo.

    El estar en la cama con grandes dolores y amenazado de una operación de hernia discal, que no se llegó a realizar porque se curó yendo a un médico naturista que me la quitó en 15 días con hierbas hirviendo y paños mojados en agua puestos periódicamente sobre mi zona lumbar por Dolors, fue el primer paso en aceptar y experimentar otras formas de vivir, otros conocimientos y otras prácticas para comprobar esos conocimientos. La muerte de mi madre me dolió muchísimo y ahí se produjo otro cambio. Yo no sentía nada cuando me enteraba o me hablaban de que había muerto tal o cual persona. Fue a raíz de la muerte de mi madre que empecé a sentir dolor por las muertes de incluso desconocidos.

    Y fue la marcha, el paso de Dolors a la otra dimensión lo que me hizo necesitar el mantener una unión con ella, no podía romper nuestra relación, y desde el segundo día me volqué en la realización de la página web de homenaje a ella, empecé a estar pendiente de las señales que pueden o no pueden venir del otro lado y todo lo que había en mi mente producto de años de lecturas y prácticas comprobatorias (las teorías hay que ponerlas en la práctica, aunque sea un mínimo para que no sólo sean meras teorías) porque si no ocurre lo que tú dices y en lo que estoy de acuerdo “No hay que creerse todo lo que se lee”, pero sí lo que lees y te cuadra y compruebas aunque sea una parte y ves que te sirve y te ayuda y que les sirve y ayuda a otras personas, entonces, adelante. Por ello en la mencionada página web comencé por poner un apartado sobre la muerte no existe basado en ese capítulo 5 de Karine Dray y luego he ido añadiendo más cosas y ahora voy a añadir poco a poco, una recopilación de cartas que he escrito a dos foros de duelo sobre estos temas, por la única razón de que he comprobado que a mi me han ayudado, a mis hijos les ha ayudado y cada vez a muchas más personas les ayuda.

    Y entiendo que no tiene por qué ayudar a todo el mundo, posiblemente ayuda a una minoría, pues son temas que a los ateos no les interesa. A los materialistas tampoco y lo he comprobado en carne viva cuando saco el tema entre mis amigos que la mayoría son ateos (como yo lo fui) y que no han pasado por la experiencia de que un ser muy cercano, muy querido se les haya adelantado en el camino y enseguida quito el tema pues hay que respetar a la gente y a sus creencias y no es ético el intentar imponer algo a otra persona. Además he comprobado hasta la saciedad con todo tipo de personas que el tema de la VIDA después de la vida, solo puede ser comprendido, o sólo hará el esfuerzo de comprenderlo, aquella persona que haya tenido la vivencia de experimentar, como decía antes, que un ser muy querido se le haya adelantado en el camino. Lo otro puede ser cortesía o amistad o interés intelectual, pero nunca llegarán a profundizar en eso porque no les afecta vitalmente. También he comprobado otra cosa y es que estos temas le pueden entrar con más facilidad a un ateo o a un materialista (los pongo por separado porque como tú dices y tienes razón, son dos conceptos diferentes) que a una persona muy fanática de su religión, que no se puede apartar ni un ápice de sus creencias, seas éstas cuales fueren. El punto principal de inflexión, el motivo principal que puede llevar a una persona a intentar comprender estas cuestiones, es haber pasado por la experiencia de que un ser muy querido, un hijo, una hija, un padre una madre, un marido o una esposa, un hermano o una hermana, alguien muy querido, se le haya adelantado en el camino y entonces puede comenzar a aplicarse un axioma de la sabiduría cósmica que dice que “el dolor es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien”.

    Querida Sonia, permíteme que te llamé así, para mí, tú no has perdido a tu hermano y siento lo que estás sufriendo porque ese sufrimiento es de alguna manera común a todos los que pasamos por esa experiencia y los que nos quedamos aquí, en la tercera dimensión, sufrimos igualmente, pero a lo mejor, si te dieras la oportunidad de indagar sobre estos temas de otra manera, que no fuera por libros, a lo mejor algo podría cambiar. Mira, lo que te voy a decir, no querría que lo mal interpretaras. Lee más aspectos que ha puesto en la página de homenaje a mi esposa sobre el tema de la muerte no existe, más arriba te he dejado la dirección. Si tú lo deseas, si sientes la necesidad, por ese amor que sientes por tu hermano, te digo que leas esto porque en su mayor parte con la excepción que te he mencionado, no estarás leyendo libros, estarás leyendo experiencias o pensamientos de personas, en este caso mayoritariamente escrito por mi expresamente para esto, con la intención de ayudar, sin copiarlo de ningún libro, con la experiencia de haber recibido muchas cartas de personas que han empezado a recibir señales de sus seres queridos o de que les ha ayudado a experimentar el dolor del duelo de otra manera mucho más llevadera. Pero entiende que esto no te lo digo para que entres en mi página web, no tengo ningún interés, no gano nada con ello, mi única ganancia es cuando alguien me escribe y me dice que le ha servido, que le ha ayudado. ¡Ah! Y no me has ofendido, al contrario, me has ayudado a que en adelante me pueda expresar mejor y diferencie entre esos dos conceptos distintos, ateo y materialista.

    Recibe un abrazo desde Barcelona de

    Mariano 16 de julio de 2008

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