Carta del 19 de octubre de 2007

    Hola cariñico mío, Dolors del Alma. Hoy he recibido un libro de regalo titulado "Capitán Nadie" que me ha mandado un nuevo amigo de Internet, fan de la Legión de Superhéroes y que hace unos días, navegando por mis páginas vio la noticia de tu partida y me envió una condolencia, que me gustó muchísimo, por lo cariñosa, siendo que está escrita por una persona que nos conoce por haber mirado y leído la página web que tan a gusto te dedico. Se llama José Mª Carrasco, es de Sevilla y es el mismo que te decía hace poco que en un mail me escribió: "Y a partir de ahora, Supermán tiene para mi nuevas connotaciones. El recuerdo de Dolors, Mariano y su familia ha quedado ligado al del Hombre de Acero". El libro está dedicado a tí y a mí y pone: "Para Dolors y Mariano con todo mi cariño. Pepe Carrasco. Sevilla 17 de octubre de 2007" Querida Dolors, no sabes la ilusión que me ha hecho que en la dedicatoria estuvieras tú también. Me ha emocionado, porque ya sabes que me emociona cualquier detalle que tengan contigo.

    Aprovecho esta carta para contarte que hoy, viernes 19 de octubre, a Alana le harán una despedida en su trabajo, pues ha encontrado uno nuevo que le pagan más, es menos estresante que el que tenía, ya sabe de qué va, es decir, que entra con experiencia, está muy cerca de casa de manera que puede ir andando y está cerca del trabajo de David y salen a la misma hora, por lo que podrán ir a comer juntos y está muy contenta. Dolors, Alana ha salido a tí, es una mujer valiente, decidida y con mucha fuerza. Y hoy vendrá Tania a dormir a casa, por la noche nos iremos al cine con Daniel y ella y mañana sábado ya han quedado para ir a comer juntos Alana, David, Tania y Daniel, pues yo tengo cita para comer "una paellita" en el restaruante "Els Peixets" con Anna María y Jordi y celebrar el cumpleaños de Anna María, aunque el de ella es el día 26 y el mío que fue el día 15.

    Cuánto te quiero Dolors, no puedo dejar de pensar en ti, de recordarte, de emocionarme contigo, de comentarte mis cosas y preguntarte por las tuyas en nuestros encuentros del mediodía, en los que tridimensionalmente sólo se me ve a mí andando, pero tú estas a mi lado aunque no te pueda ver ni oir. Nunca voy solo por la calle, siempre voy contigo, siempre me acompañas y no podría ser de otra manera. Te quiero y te querré siempre amor mío, eternamente. Recibe muchos besos, míos y de toda la familia y que seas muy feliz allí donde vives, un lugar que imagino paradisíaco y en el que puedes aprender muchas cosas y estar al lado de tu madre y de todas las Almas afines que hayas conocido. Te adoro Dolors.

    Carta del 6 de noviembre de 2007

    Querida Dolors, anoche lo pasé muy bien y me estuve acordando todo el rato de tí, porque cuando algo me emociona enseguida pienso en ti y te digo mentalmente que te quiero y te querré siempre. Todo empezó con una llamada telefónica de Jesús, la semana pasada, para decirme que iban a poner la película "Help!" de Los Beatles en cine el cinco de noviembre. Me hizo ilusión ir a verla en cine pues han pasado 42 años desde la primera y única vez que la vi en Zaragoza. Pero al día siguiente me volvió a llamar y me dijo que la hacían en sesión única y sólo el 5 de noviembre. Imaginando que habría follón de fans, le dije que entonces no iría, pues ya sabes que no me gustan las aglomeraciones de gente y menos yendo solo. Casi simultáneamente me escribió Javier para decirme que iban a proyectar en sesión y día único el documental de dos horas con la vida y obra de Kylie Minogue y que si quería ir con él y su mujer, pero le dije que no porque me imaginé también, al ser un pase único, que habría mucha gente. El caso es que el domingo pasado, después de terminar el paseo de nuestra cita diaria, se me ocurrió dar una vuelta por el Mercado de San Antonio y me encontré con Javier que estaba terminando de recoger su parada y volvimos a hablar del tema de la sesión única para ver "White Diamond" de Kylie Minogue y hablamos de lo mismo con la película de "Help!" de Los Beatles. Le comenté que me apetecía ir pero no iría por el follón de gente que habría. Sin embargo, me dijo que al ser venta numerada de entradas no habría más que la gente que cupiese en el cine.

    El caso es que ese domingo al llegar a casa me metí por Internet y vi que el aforo de butacas para la película de Kylie estaba medio vacío, así que me decidí y me saqué una entrada y animado hice lo mismo con la de Los Beatles, sólo que ésta era para el día siguiente lunes día 5. El domingo por la noche cuando vino Alana le pedí que me ayudara a recoger la entrada por Servi Caixa pues yo la había encargado por Internet pero nunca lo había hecho antes y bajamos un momento al cajero de La Caixa de la calle Borrell y por el camino me dijo que si quería que me acompañaba y mientras estábamos en el cajero llamé a Daniel con el móvil por si quería venir también pero en ese momento le salió a Alana por pantalla que estaban agotadas las localidades. Cuando yo compré la entrada a las 4 de la tarde quedaban 45 y ahora a las 8 de la tarde agotado. Total que ayer me tuve que ir solo al Cinesa Diagonal que está en la calle Ganduxer pero no había ido nunca y no hay combinación buena de metro ni autobús desde casa por lo que me fui en taxi.

    Qué bien lo pasé Dolors. El cine es grande y se llenó. La pantalla es enorme y la sorpresa es que delante de la pantalla, en el escenario, estaba lleno de instrumentos musicales y altavoces como si fuera a haber un concierto y a las 9 en punto que es cuando empezaba la película, se cerraron las luces, el cine ya estaba al completo, y aparecieron en el escenario un grupo imitador de Los Beatles, el grupo Abbey Road de Barcelona y nos ofrecieron media hora de canciones de Los Beatles en directo que sonaban fenomenal, aplaudiendo todo el cine después de cada canción. Estuve disfrutando mucho y acordándome simultáneamente de tí pues me hubiera gustado mucho que hubiéramos ido juntos físicamente, aunque como siempre, te invité a que vinieras si te apetecía desde la dimensión en que vives. Luego hicieron la película que se veía de miedo porque Cinesa Diagonal tiene muy buenos proyectores. Al terminar tuve la suerte de que al salir del cine pasaba un taxi y regresé a casa muy contento y les expliqué a Alana y Daniel cómo había ido, con la sorpresa de la actuación en directo del grupo Abbey Road. Te mando muchos besos mi adorada Dolors del Alma y hasta la cita de este mediodía, después de comer.

    Por cierto, esta semana vamos cada día a comer con Alana, pues David está en Madrid por asuntos de su trabajo y como Alana trabaja ahora casi enfrente del restaurante donde vamos a comer cada día Daniel y yo, pues quedamos con ella ya que coincide que nosotros vamos a comer a las 13,30 y ella sale del trabajo a esa misma hora y en cinco minutos está allí. Y el jueves por la tarde Alana se va sola a Madrid en avión a encontrarse con David que se ha llevado la maleta de Alana de manera que no tendrá que facturar equipaje en el aeropuerto al que la acompañará la madre de David. El hotel de Madrid, que ya lo ha visto David, es muy bonito y lo paga todo el jefe de David incluido el viaje y hotel de Alana y luego de Madrid a Barcelona volverán los tres en coche con el jefe.

    Carta del 9 de noviembre de 2007

    Hola Dolors, ayer era el día que había quedado con Jordi, Antonio, Luis López y Joaquin para la comida del mes y les propuse ir al restaurante El Glop pero pidiendo paella a la carta en vez de la del menú, que, aunque está buena no hay comparación. Quedamos a las 13,30 en frente del Tívoli. Yo llegué el primero y estuve mirando las puertas de la entrada del Departament d'Ensenyament de la Generalitat, donde trabajabas, acordándome de las veces que te había ido a buscar allí porque habíamos quedado para cualquier cosa, ir a comer, ir al cine, etc. En el Glop estuvimos comiendo hasta las 3 de la tarde y Luis tenía que irse y Joquín también, así que Jordi, Antonio y yo nos sentamos en la terrza del Café Navarra que hace esquina con Caspe y Paseo de Gracia y nos tomamos otro café y un chupito de Whisky. Le di un billete de 50 euros al camarero para pagar, pero al cabo de un rato mirando el reloj me di cuenta de que se me hacía tarde pues tenía dentista a las cinco y tenía que pasar por casa antes. Así que nos despedimos hasta la siguiente reunión que será en diciembre para una calçotada y nos fuimos y estando en el metro me di cuenta que nos habíamos ido sin recibir el cambio del billete de cincuenta euros y no tenía tiempo de regresar pues iba con prisa para lo del dentista.

    En el dentista, que ya sabes que estoy yendo al Dr. Navarro, el que nos recomendó tu prima Montse cuando se le rompió el diente a Alana, después de hacerme el empaste de una carie que ni me enteré, estaba en recepción a punto de pagar cuando entró Cristina, la hija de tu prima Montse y la saludé. Se sentó conmigo preguntando cómo estábamos, Daniel, Alana y yo y al principio pues la conversación era normal mientras la enfermera tecleaba en el ordenador, pero de pronto al empezar a hablar de tí se me vino el mundo encima y me eché a llorar sin poder evitarlo delante de la enfermera que enseguida pidió a dos personas que había en una de las salas de espera que se trasladaran a la de enfrente y habilitó esa para que Cristina y yo tuvieramos intimidad. Yo no podía hablar, sólo me salían sollozos y lágrimas que me cayeron por el jersey que llevaba puesto. Cristina se portó muy bien, con mucho cariño consolándome y abrazándome pues el desespero iba a más, hasta que le puse punto final en un esfuerzo de control. Habían llamado a Cristina pues le tocaba su turno con el dentista y ella se quería quedar o llamar a su madre para que viniera. Ya sabes que si lo llega a hacer Montse se presenta. Pero no era necesario. Me repuse, le di las gracias por su ayuda pues estuvo muy atenta y cariñosa, como es ella siempre, me sirvió de desahogo, le dije en broma para que se riera que así esa noche ya no lloraría y que se fuera tranquila a disfrutar del dentista, así que viendo que ya me había calmado se fue y al rato salí yo y le pagué a la enfermera por mi empaste pidiéndole disculpas por el numerito que le había montado. Muy amable, me dijo que no pasaba nada y al salir, como era de noche y no pasaba el 64 ni a la de tres, se paró un taxi del que descendía un señor y lo cogí dándole como dirección Caspe, Paseo de Gracia.

    Volví al café Navarra para reclamar el cambio de los 50 euros pero como habían cambiado de turnos, muy amablemente, el gerente me dijo si podía volver al día siguente, es decir, hoy y así lo he hecho después de comer. Hoy hemos ido a la Pizzería Maur en vez de a Myramar 2, pues la apetecía a Daniel. Alana ya te conté que está en Madrid y vuelve el domingo y al salir me he ido a dar la vuelta de mi cita diaria contigo pero, como ya sabes, me he acercado por el Café Navarra pidiendo que me ayudaras si te era posible y no he tenido ningún problema. Cuando he visto al camarero, me ha reconocido y tenía preparado en un paquetito el cambio de los cincuenta euros, así que me he vuelto a casa y esta noche me voy a ir sólo al cine Aribau pues hacen un película española que quiero ver y no es del estilo de películas que le puedan gustar a Daniel, se trata de "La Torre de Suso". Recibe muchísimos besos Dolors y aún te tengo que pedir disculpas de cuando se me apoderan las lágrimas sin poder evitarlo.

    Carta del 19 de noviembre de 2007

    Hola cariño mío, Dolors del Alma. Te escribo para contarte que ayer estaba comiendo con Daniel en el restaurante Myramar 2 y de pronto empezó a sonar una canción de Julio Iglesias. Ya sabes que no era mi música preferida pero por asociación de ideas me trasladó a otro momento de nuestras vidas, a otro momento en el que estabas tú presente. Recordé aquella época en que en verano empezamos a ir a los Baños San Sebastián los domingos por la mañana. Un tiempo en que todavía era una zona de playa reservada en Barcelona de la que nos hicimos socios y cuando llegaba el mediodía, nos quedábamos a comer allí en un pequeño restaurante que había en el interior del recinto y donde hacían una paellas riquísimas. El recuerdo viene porque las pocas personas que había comiendo, pocas, no porque no tuviera éxito, sino porque había pocas mesas que siempre estaban ocupadas, pero las personas que habían eran mayoritariamente relacionadas con la vida nocturna del Paralelo, de los teatros y digamos que nosotros éramos algo diferentes y había siempre un grupo de señores que llevaban un radiocasete enorme y siempre ponían casetes con canciones de Julio Iglesias. La verdad es que era un ambiente acogedor y lo pasábamos muy bien y como recordarás las paellas que hacían estaban deliciosas. Alana venía con nosotros pero era muy pequeña. Y como ya sabes, mi querida Dolors, un pensamiento te lleva a otro y entonces me acordé de los domingos que nos dio por ir a comer a aquella cadena de restaurantes seguidos, adyacentes, que había en la Barceloneta, a pie de playa y que cuando llegabas había siempre alguien en la puerta de cada restaurante para invitarte a que pasaras. Nosotros solíamos ir mucho a uno que tenía una sala de baile en el centro con orquesta que supongo que funconaria por las noches y nos sentábamos en la mesa del fondo desde donde se veía la playa y a los bañistas. Cómo me gustaría poder repetir todo aquello, pero ahora es imposible, primero porque tú no estás y segundo porque aunque estuvieras aquello se desmontó, trasladaron todos los restaurantes, típicos durante tantos años, a otro lugar, lo mismo que se cerraron los Baños San Sebastián tal y como nosotros lo conocimos. Son recuerdos del pasado, recuerdos maravillosos asociados a tí, donde toda la alegría y bienestar de todos esos ambientes y momentos se sostenían, para mí, gracias a tu presencia. Te quiero Dolors y tengo muchas ganas de volver a verte vida mía.

    Carta del 23 de noviembre de 2007

    Hola Dolors, anoche fui a ver en pase único el documental de dos horas de Kylie Minogue "White Diamond". Me emocioné muchas veces, no con ella sino contigo, porque en diferentes momentos del documental mencionaban fechas de meses del 2006 y recordaba lo que tú y yo hacíamos en esos momentos. Ella estaba saliendo del cáncer y tú estabas en plena quimioterapia. Fui a ver la película a los cines Yelmo Cineplex Icaria, el mismo al que fui a ver "Superman Returns" en versión original subtitulada. Quedé con Javier y su esposa y te cuento una serie de anécdotas adicionales, aparte de decirte que lo pasé muy bien y que, al salir del cine, Javier y su esposa me acompañaron hasta la parada de metro pues por la noche y en esa zona no había nadie por la calle. Hay tres anécdotas principales, dos de despiste y que no sé si fuiste tú quien me ayudó a superar los incovenientes que hubieran supuesto si no me alertas.

    Como sabrás, me enteré por Javier del pase único de la película y aunque al principio no iba a ir, al final me decidí. Esto ya te lo conté cuando fui a ver, también en pase único, la película "Help!" de Los Beatles. El caso es que si bien en un principio me saqué una entrada en la fila 16, días más tarde al entrar en la página web de compra de entradas, vi que aún estaba la sala medio llena y se me ocurrió comprar otra por si acaso alguien me tapaba con la cabeza y cogí una en la fila 11. Pues bien, anoche, cuando me disponía a salir para ir al cine, se me ocurrió vacíar mi bolso al máximo de objetos que no iba a usar para que pesara menos, como la agenda negra y otras cosas. También quería dejar grabando la serie "Cuéntame" que es la única que sigo por TV. El caso es que cuando me iba a marchar, algo me hizo sentir que iba a cometer una terrible equivocación. Efectivamente, y se lo comenté a nuestro hijo Daniel, las entradas para el cine estaban dentro de la agenda negra y estaba a punto de irme sin ella. Y a continuación, también sentí algo que me avisaba de que había puesto la programación de "Cuéntame" mal, por la TV2 y tuve ocasión de ponerla correctamente por la TV1 que era el canal por donde se emite. La tercera anécdota es que cuando llegué al cine, me encontré con Javier y su esposa, ellos llevaban la fila 12 y yo usé para entrar la de la fila 11, pero tal como había previsto en el asiento de delante del mío, había una cabeza que me tapaba, así que me levanté y el acomodador, un chico joven y muy simpático y amable al ver que me cambiaba de sitio se me acercó para decirme que las entradas eran numeradas y no me podía cambiar, pero le expliqué que me había sacado dos entradas por si me pasaba lo que me había pasado, es decir, que la cabeza de delante me tapaba. Le hizo gracia y se fue y me cambié a la fila 16. ¿Puedes creerte Dolors del Alma, que estando el cine lleno menos las tres primeras filas, había un asiento vacío, uno sólo, en la fila 15 y era justamente el que tenía delante de mí, así que pude ver la película con toda tranquilidad. Dicen que las casualidades no existen y yo siempre pienso en tí en estas ocasiones como mi aliada en el Cielo que me cuida y protege. Te quiero Dolors, con todo mi corazón y todo mi ser.

    Carta del 30 de noviembre de 2007

    Hola cariño mío, Dolors del Alma. Gracias por tu asistencia en el día de ayer en que me quitaron la muela del juicio y no tuve que sufrir nada y hoy ya he comido normal y no ha habido inflamación ni nada. Hasta he podido comer con Daniel normalmente en el restaurante, eso sí, comiendo por el otro lado de la boca. Esta noche ya tenemos las entradas para ir a ver "REC" con Alana, David, Tanía y Daniel; el viernes pasado cuando fuimos se habían agotado las localidades. Pero te escribo para darte las gracias por tu inspiración de esta tarde, cuando iba paseando por la Avenida Paralelo, como cada día al salir de comer, en nuestros encuentros diarios que son ese paseo que hago dedicado a estar un rato contigo. Hoy, al llegar a la estatua de Colón, que es donde giro y regreso a casa, he sentido mientras pensaba en tí, una sensación muy fuerte de no hacer ese camino, de meterme por las Ramblas y subir hasta el "Quiosco de la pared" (como tú y yo lo llámabamos) porque algo me decía en mi interior, sentía que me señalabas que si pasaba por allí encontraría varias revistas con Kylie Minogue, para mi cuarta página sobre ella. No he querido dudar e inmediatamente he seguido el presentimiento que me hacías y he ido subiendo por las Rambles, acordándome de cuando lo hacíamos tú y yo físicamente, y efectivamente, cuando he llegado, allí había nada menos que cuatro revistas extranjeras que he utilizado para dedicarte la página doblemente como podrás ver en esta web. Te quiero con todo mi corazón y toda mi alma, Dolors.

    Carta del 1 de diciembre de 2007

    Queridísima Dolors, ayer cuando salimos del cine de ver "REC" volvimos a casa en metro porque hacía frío y aunque todo el mundo decía que era una película de miedo y de hecho muchas chicas chillaban todo el rato, a nosotros, nos gustó mucho pero no nos dio miedo y me acordé de una situación que vivimos en New York que sí nos produjo miedo por unos minutos y se la conté a Alana, David, Daniel y Tania y ahora te la recuerdo a tí. Fue aquella vez que cogimos el metro para ir a Battery Park y al llegar a una parada en concreto vimos que se bajaba todo el mundo del metro. Tú me lo hiciste ver y yo, apoyado en la guía de metro que habíamos comprado en Barcelona de la casa Michelín te señalé que faltaban dos paradas pues íbamos al final del trayecto. El caso es que se cerraron las puertas del metro y éste se puso en marcha y pensamos que debíamos de ser los únicos turistas en ese momentos y por eso ibamos al final y el resto de gente no. Pero al llegar la siguiente parada la pasó de largo a toda velocidad y cuando llegó a la siguiente se paró pero no se abrieron las puertas y no sólo eso sino que se cerraron las luces y nos quedamos a oscuras. Allí sí que empezamos a intranquilizarnos. Menos mal que íbamos juntos y la oscuridad no duró mucho rato y al volver las luces vimos que el metro se ponía de nuevo en marcha pero de regreso a la dirección de donde veníamos nosotros. Los vagones se comunicaban entre sí por una puerta que se podía abrir y que tenía una ventana que te permitía ver el vagón de al lado. De pronto, vimos que desde el fondo del tren, dos o tres vagones más allá del nuestro, se acercaba hacia nosotros una persona de raza negra muy alta y corpulenta. La verdad es que después de haber visto tantas películas nos asustamos, pero cuando estuvo más cerca, en el vagón de al lado, nos tranquilizamos pues iba vestido con un uniforme de los que llevaban los revisores del metro. Entró en nuestro vagón y le explicamos lo que nos había pasado. El hombre miró la guía Michelín y nos dijo que estaba dos años atrasada y que en ese tiempo habían cambiado las paradas de esa línea y nos recomendó bajarnos en la parada en la que previamente se había bajado todo el mundo que ahora era la primera al circular en sentido contrario y que pidiéramos una guía de metro en la taquilla que eran las que seguro estaban actualizadas y así hicimos, pero los dos momentos de intranquilidad y miedo no nos los quitó nadie y todo por mi tozudez de confiar en la guía Michelín en vez de haberte hecho caso y bajar del metro cuando me dijiste que se bajaba todo el mundo. Aquello sí que nos produjo miedo, pero la película "REC", a mí no. Te quiero Dolors.

    Carta del 6 de diciembre de 2007

    Hola Dolors. Hoy ha sido fiesta y hemos ido a comer con Daniel, Alana y David (Tania no ha podido venir) a la Pizzería Maur. Como siempre y más en día festivo, se ha llenado hasta los topes, pero como había reservado mesa por teléfono (como siempre hacíamos y hacemos) no ha habido problemas. Después de comer hemos vuelto a casa y yo me he ido a mi cita diaria contigo, a mi paseo por el Paralelo hasta la estatua de Colón. Sin embargo hoy, al llegar a la estatua de Colón, iba pensando en tí, como cada día, y he sentido el impulso de en vez de dar la vuelta y regresar a casa, cruzar la plaza de la estatua de Colón y pasar hasta el puerto, a ver las Golondrinas, esos barcos que recorren el puerto de Barcelona en los que tantas veces nos montamos. Sentía que ibas a mi lado y que disfrutabas de tu ciudad al verla a través de mis ojos o al verla directamente por tí misma. Me he dejado llevar por el impulso y me he acercado hasta el límite del agua, viendo el puente movible que cruza el puerto, lleno de gente que lo atraviesa y más en día festivo y a esas horas. Luego en vez de regresar he sentido las ganas de seguir paseando por la orilla del puerto, por la parte del Club Náutico viendo los yates y he estado un rato paseando así entre la gente, pero sólo sentía el escalofrío emocional de sentirte a mi lado, de sentirte muy cerca de mí. Cuando he dado la vuelta, no he regresado por el mismo camino sino que he cruzado para meterme en la parte baja de las Ramblas donde están puestos todos los tenderetes de venta de anillos y porcelanas que tanto te gustaba mirar cuando paseábamos juntos por esta zona de Barcelona y he hecho todo el recorrido siguiendo un impulso no cerebral, como si tú me guiaras, parándome un poco en los puestos que vendían anillos que eran los que más te gustaban para que los vieras, porque te sentía a mi lado. Después, iba a subir por las Ramblas al llegar al final de la fila de tenderetes, pero el impulso me ha hecho dar la vuelta y revisar el otro lado, los tenderetes de la parte de bajada hacia la estatua de Colón y he vuelto a hacer breves paradas en los puestos de anillos. Después he regresado por el mismo camino, hacia el Paralelo y por el Paralelo, y tenía el sol de frente, un sol medio escondido entre nubes y que me hacía sentirte con mucha fuerza. Iba casi todo el rato con el corazón lleno de alegría, emocionado, con los pelos de la piel erizados pues te sentía muy cerca. Mis pensamientos contigo fluían con facilidad y eran todos alegres. Todo ese bienestar que me ha producido el paseo de hoy, que ha sido más largo, no sé si lo has originado tú, pero una cosa es cierta, es seguro que tú lo has inspirado, que esa inspiración lo ha provocado y lo he pasado muy bien, ha sido sublime. Gracias Dolors, gracias tanto si me has acompañado y guiado en el paseo como si todo ha sido motivado por inspiración tuya, por tu sereno recuerdo, por la alegría de tu Alma. Te quiero, T'estimo.

    Carta del 10 de diciembre de 2007

    Ayer fue un día extraño Dolors. Pasaron cosas inesperadas, no planeadas. Por la mañana, como muchos domingos, vino a verme mi amigo Antoni de Amposta con el que siempre intercambiamos películas, ya sabes, yo le dejo de las mías y el me trae suyas y me devuelve las que le he dejado. Ayer vino una hora antes de lo normal, yo me estaba bañando y volvió al poco rato. Me enseñó de una bolsa material que se había comprado en el Mercado de San Antonio y al ir a abrir la otra bolsa con el material que me traía para mi, con la devolución de dos DVDs de Los Beatles, se dio cuenta que no estaba la bolsa. Enseguida cayó en la cuenta que había estado sacando dinero en el cajero de abajo de La Caixa y bajó corriendo pero ya no estaba la bolsa en cuestión. Aparte de los CDs suyos que me traía, estaba la caja grande con "The Beatles 1964-1966" y "Help!". Menudo disgusto que se llevó. El material suyo se podría reproducir y los DVDs de Los Beatles los he comprado de nuevo esta mañana. Por la tarde, después de comer se fue la luz de toda la manzana. Nos fuimos a echar la siesta puesto que no se podía hacer nada. Cuando nos despertamos, la luz seguía sin venir. En la calle hacía un viento de mil demonios que fue lo que provocó la avería de Fecsa. A medida que pasaba la tarde se fue oscureciendo y no se podía hacer nada. Al no haber electricidad todo estaba apagado y a oscuras. Así que a las ocho de la tarde nos fuimos a cenar al restaurante del Paralelo y cuando volvimos a las 9,30 seguía sin haber luz. Daniel y yo (Alana se quedó en casa de David) decidimos irnos al cine Aribau a ver "Michael Clayton". Nos gustó mucho y cuando volvimos a casa a las 12,30 de la noche ya había luz. Fue un día extraño. Si yo no hubiera estado duchándome o Antoni hubiera venido más tarde, no habría pasado por la Caixa para hacer tiempo y no le habrían cogido la bolsa con los DVDs. Si no se hubiera ido la luz, no habríamos ido a cenar al restaurante ni habríamos ido al cine por la noche y no hubieramos visto esa película que no entraba en nuestros planes cinematográficos. Fue todo un día raro. En la oscuridad estuve bastante rato pensando en tí pero al final se imponía tomar una decisión y hacer algo. Recibe muchos besos mi querida Dolors de quien no te olvida ni un solo día.

    Carta del 17 de diciembre de 2007

    Hola vida mía. Ayer fuimos al cine Alana, Daniel y yo. Fuimos a ver una película de Walt Disney titulada "Encantada" que nos gustó a los tres. En un principio íbamos a ir el viernes con Daniel y Tania. Luego, Tania no podía venir porque tenía que estudiar para un exámen y decidimos ir con Daniel el sábado. Pero el sábado a Daniel se le ocurrió que habría mucha gente y si íbamos el domingo, como el domingo pasado cuando fuimos a ver "Michael Clayton" a las salas Aribau, no habría casi nadie. Me pareció buena idea y como era en Domingo y David no la quería ver, le dije a Alana si venía y así es cómo fuimos los tres. Casi estuvimos los tres solos en el Cine Aribau Sala 1. Estuvimos solos en los anuncios y algunos trailers pero a última hora entró una pareja. Y eso fue todo, la pareja y nosotros tres. Así, a mí me da gusto estar en el cine. Luego a la hora de la vuelta ocurrió que hacía mucho frío. Imagínate si haría que yo me puse un gorro de Daniel. El caso es que nos interesaba coger el último metro y había terminado la película a las doce menos cinco y decidimos hacer una excepción y esta vez no quedarnos a ver todas las letras de crédito como solemos hacer siempre. Pero Daniel se quiso quedar y nos dijo que nos fuéramos que el prefería regresar a casa dando un paseo, así que se quedó solo en el cine porque la pareja ya se había ido en cuanto salió el The End. Alana y yo cogimos el metro y, sorpresa, cuando llegamos a casa ya había llegado Daniel antes que nosotros, y es que el metro tardó bastante en pasar. Hoy al mediodía, después de comer, hemos ido a comprar y Daniel se ha encaprichado de un perrito de peluche que ya estuvo a punto de comprarlo hace una par de días. Al pasar por caja le han dicho que sólo se conseguía con puntos, Daniel se ha quedado cortado por unos instantes, pero la dependienta, nueva para nosotros, le ha dicho que se lo cobraba aunque no tuviera los 10 puntos de compras adicionales que hacían falta. Al salir de la tiendo le he dicho a Daniel, "dale las gracias a la mami, que seguro que ha influido para que consiguieras el peluche". Y para terminar esta carta mi queridísima Dolors, te cuento que en cuanto llegue Alana del trabajo a las siete y diez, ya tengo las entradas para ir a ver con ella "La Brújula Dorada". Ni David ni Daniel la quieren ver y hoy es el último día que la ponen, así que nos vamos los dos a verla al Lauren Universidad en la calle Pelayo, pero a la sesión de las ocho y veinte y así, aunque está cerca, como los cines Aribau, a una parada de metro, lo cogeremos con tranquilidad y ya he sacado las entradas por Servi Caixa. Si hiciera mejor tiempo iríamos paseando, al menos al volver, pero hace frío y está lloviznando. Cuánto te echo a faltar vida mía, menos mal que puedo dirigirme a tí cada día sabiendo que me ves y me escuchas desde donde vives ahora. Te quiero Dolors.

    Carta del 19 de diciembre de 2007

    Hola Dolors. Yo no sé todavía las formas en que tú te puedes comunicar con nosotros. Sé que nos cuidas y sé que muchas veces las maneras de comunicación de las personas que están en la Quinta dimensión con respecto a sus seres queridos que aún están en la Tercera, pueden ser muy sutiles. Yo siempre te las agradezco. Son situaciones que se pueden tildar de casualidades por las personas que no creen en estas cosas, pero que llaman mucho la atención para quienes pensamos que hay una relación. Te he contado muchas veces que yo estoy feliz y puedo seguir adelante porque sé que tú eres feliz donde estás y porque sé que llegará un momento en que volveremos a estar juntos, pero no puedo evitar que haya momentos en que cuando menos me lo espero siento muy fuerte tu ausencia y se me saltan las lágrimas. Esta mañana me ha pasado, sin venir a cuento, estaba tendiendo la ropa y se me han saltado las lágrimas de sentir que no estabas en casa y que nunca más lo estarías y parecía que la cosa iba a más cuando ha pasado algo inusual que lo ha cortado. Han llamado a la puerta de la calle y una voz de un señor me ha pedido que por favor le abriera que su esposa tenía algo que contarme. Le he abierto la puerta de la calle y rápidamente me he secado las lágrimas con las manos y he abierto la puerta del piso, al ser un principal enseguida ha sonado el timbre de casa. Era una señora desconocida que me ha dicho que si nosotros tocábamos el piano a la una de la madrugada de ayer por la noche. Era una señora muy amable. Yo le he explicado que no teníamos piano y hemos estado hablando un ratito. Le he explicado que tú te habías ido en marzo y me ha dado el pésame y se ha marchado dándome las gracias por mi manera de atenderla. No era una vecina de la casa. Era una vecina de la calle, del edificio de al lado, es decir, entre medio hay dos paredes maestras que separan los dos edificios y es más fácil que el piano procediera del piso de arriba de su casa que no de la nuestra. Y allí está la casualidad, que venga una señora desconocida a preguntar algo inusual, justo en el momento en que yo me empezaba a deshacer en un mar de lágrimas y enseguida, cuando se ha ido, te lo he agradecido porque todas estas "casualidades" para mi son intervenciones tuyas en tus cuidados hacia mi. Gracias Dolors. Te quiero y te pido todavía, a pesar de haber pasado 9 meses desde tu partida hacia la Verdadera Vida, que me disculpes estos momentos que me cogen de lloro, de lágrimas inesperadas y que no puedo evitar. Ya sabes que no quiero hacerte sufrir en ningún momento, pero todavía no sé controlar esos ataques inesperados e impensados de supremo desespero que me hacen llorar. Sabes que la mayor parte del tiempo estoy bien y todos los mediodías los dedico a pasear pensando y sintiendo en tí y que sigo adelante haciendo las cosas que me gustan tal como me hiciste prometerte que haría y me va muy bien, pero de tanto en tanto, se me saltan las lágrimas sin pensarlo. Me hubiera gustado tanto que te hubieras curado y estuvieras con nosotros sanada. Pero hay una Voluntad Superior que tú ahora sí puedes entender pero yo todavía no. Tendré paciencia y esperaré a que me llegue el momento de comprender. Mientras, te agradezco todos tus cuidados amor mío. Te quiero a través de las dimensiones y no te olvido en ningún momento, mi querídisima Dolors del Alma.

    Carta del 26 de diciembre de 2007

    Hola Dolors querida. Llegó la Navidad, esas fechas que son tan extrañas cuando falta un ser querido tan importante como tú. Hay tantas cosas que son diferentes en estos días. Ni que decir tiene que el sentido original de la fiesta que es la conmemoración del nacimiento de Jesuscristo, dentro del contexto cultural nuestro, es decir, de occidente, está medio perdido y que las fiestas navideñas son principalmente un producto comercial, una manera de enriquecer a los más ricos y empobrecer a los más pobres, como siempre, pero no te estoy escribiendo para contarte estas cosas que estoy seguro que donde tú vives ahora se celebra de una manera muy diferente, sino para explicarte situaciones llamativas o chocantes ocurridas en estos dos días especiales que son el 24 y el 25 de diciembre y en Catalunya, también el 26, el día de San Esteban. Como desde que tú te fuiste comemos cada día en restaurantes, lo único que varía es que el precio es más caro al tener que comer a la carta en vez de menú. Hoy habríamos comido como otros años en casa con la presencia de David que sigue estando y dentro de poco nos iremos los cuatro a comer a un restaurante. Faltará Tania y faltarás tú, vida mía, pero ya sabes que te tendré presente en mi corazón y en mi mente. La parte navideña relativa a la entrega de regalos el día de Navidad no ha faltado y cuando lo hicimos pensamos en tí pues sabemos que te gustaba mucho. Hubo muchos regalos, como cuando tú estabas y para mi fue un poco en tu honor, el no dejar esta costumbre. Tania se echó a llorar emocionada al recibir tantos regalos que no se esperaba.

    Sin embargo, te quiero contar mi experiencia de una parte de estos dos días y que tiene que ver con el cine. Mi hermano Fernando me habló de una película que había visto titulada "El atardecer" y me entraron ganas de ir a verla pues según me contó salía bastante Toni Collette que ya sabes que me gusta muchísimo desde que vimos "Las bodas de Muriel" y como consecuencia de eso, algo tan sencillo como ir al cine se convirtió en extrañas coincidencias. La primera es que me metí en Internet para ver en qué cine y a qué sesión podía ir, ya que iría sólo siendo una película que solamente quería ver yo. El miércoles los datos estaban mal puestos pues ponía que sólo la proyectaban en sesión de las 4 de la tarde en el cine Comedia. El jueves fue mi comida anual con mis amigos de la Telefónica y nos fuimos a comer a un restaurante en las afueras de Barcelona y lógicamente regresé pasadas las 4 de la tarde. Por cierto que conocí a la esposa de Jordi que estaba trabajando allí. El viernes compré el periódico y ponía unos datos diferentes que los de Internet. Resulta que sólo la ponían de lunes a jueves y a las 10 de la noche. Así que el día 24, como por la tarde Daniel se fue a casa de Tania y Alana estaba en casa de David, pensé en ir a ver "1408" que es una película de miedo que ni Daniel ni Alana tenían pensado ir a ver en un principio. Esta vez no confié ni en Internet ni en los periódicos y me fui a Servicaixa, pero como era Nochebuena, solo la ponían en la sesión de las 8,20. No saqué la entrada pero luego como estaba solo en casa me decidí y me fui al cine Comedia a ver "1408". Nunca en mi vida había experimentado tanta soledad Dolors. Como era Nochebuena resulta que el metro iba medio vacío pese a ser las ocho menos diez de la tarde. Al salir en Paseo de Gracia - Granvía no había nadie por la calle. De tanto en tanto pasaba algún señor solo, como yo. En el cine no estaban abiertas las taquillas y dudé de si abrirían pues no había nadie. Al final, cuando sólo faltaban 10 minutos (normalmente abren media hora antes), apareció la taquillera. El rato de espera en Paseo de Gracia, frente al cine, ha sido el momento en que más solo me he sentido en toda mi vida. Tuve que sacar el móvil y ponerme a escuchar tus mensajes y así me sentí acompañado con tu voz. Luego en el cine entré yo sólo aunque después llegaron a entrar ocho personas más. Al salir seguía sin haber nadie por las calles, eran las diez y cuarto, una hora en la que normalmente Barcelona está llena de gente, pero esa era la zona horaria de la celebración de la Nochebuena y aunque en Catalunya no se celebra tradionalmente, la verdad es que cada vez se celebra más. Cuando llegué a casa menos mal que estaba Daniel que ya había vuelto de casa de Tanía y allí se terminó mi sensación de soledad. Había regresado de casa de Tania con la intención de acompañarme al cine para que no fuera solo, pero cuando él llegó yo ya me había marchado. Y para ver el "El atardecer", tenía que ir al día siguiente, día de Navidad, pues sólo la hacían a las diez y diez de la noche y al día siguiente era el último pero no me interesaba ir a esa hora ese día.

    El día de Navidad fue diferente. Fuimos a comer Alana, Daniel y yo al restaurante y por la tarde vino Tanía y estuvimos abriendo regalos. Por la noche me fui al cine, pero ya había gente por la calle y en "El atardecer" conté y llegamos a haber 33 personas, la mayoría grupos de chicas de unos 25 a 30 años, algunas parejas, un matrimonio de mi edad y yo. Luego entenderás como puedo precisar tanto. La película empezó un poco antes de lo que decía el periódico pues cuando entré en la sala estaba empezando y salían las letras de crédito iniciales. A las 10.45 se cortó la película y estuvimos 15 minutos con la pantalla en blanco hasta que lo arreglaron. Si hubiera ido con alguien hubiera ido enseguida a reclamar, pero por no dejar el abrigo y el bolso me quedé sentado a ver cómo reaccionaba la gente. Allí, con las luces abiertas tuve ocasión de revisar largamente quienes estábamos en el cine. A los cinco minutos se levantó un señor de mi edad, la única pareja que había de mi edad y fue a reclamar pero aún pasamos diez minutos más sin que se solucionara el problema. A los quince minutos volvió a oscurecerse la sala y a retomar la película en el punto en que había quedado y enseguida se volvió a cortar pero en esta ocasión sólo duró el corte un par de minutos y ya no hubo más incidencias. Hubo un momento que pensé que tenía gafe con esta película y que suspenderían la sesión por avería. Cuando llegué a casa estaban Daniel, Alana y David que había venido para quedarse ya que hoy, como te he dicho al principio hemos ido a comer los cuatro juntos. Así pues, el día de Nochebuena viví una experiencia totalmente extraña y nueva para mí, estar solo en el Paseo de Gracia, de noche, entre las ocho menos diez y las ocho y diez de la tarde, y notando de una manera muy fuerte, con los ojos arrasados en lágrimas, esa soledad que sólo se llenó cuando activé el móvil y me quedé oyendo tu voz grabada en el mes de febrero hasta que abrieron la taquilla del cine. Vida diferente, experiencias diferentes. Te quiero Dolors.

    Carta del 27 de diciembre de 2007

    Querida Dolors, hoy he vuelto a ver a mi tía Pepita, a mi prima María Pilar y a su marido Ignacio, que hacía justo 40 años que no nos habíamos visto. También ha venido a verlos la prima Ana y hemos estado juntos los cinco. Resulta que María Pilar y su madre, mi tía Pepita, vienen a Barcelona cada año pues usan servicios oftalmológicos de aquí. La vez pasada que me llamaron para poder volver a vernos después de tantos años, fue el día 13 de marzo y tú te acababas de ir el día anterior y no me sentí con ánimos. Estuvimos sin saber unos de otros hasta que el año pasado Ana se fue a Jaen y dio con mis primas y así se restauró la comunicación. Bueno, tú aún estabas cuando me llamaba María Cristina por teléfono a casa. He ido a verles a la clínica en la que tenían que hacerles varias pruebas tanto a María Pilar como a su madre. Cuando he llegado enseguida he reconocido a la tía Pepita y a María Pilar gracias a las fotos que me había envíado su hermana María Cristina, Ignacio estaba muy poco cambiado, lo hubiera reconocido incluso si me hubiera cruzado con él por la calle. Al entrar, la tía Pepita me ha reconocido y yo también. Habíamos quedado a las 11 y mientras las han visitado y hecho diferentes pruebas hemos estado Ignacio, Ana y yo hablando hasta eso de las dos y media que han terminado todas las pruebas y al salir de la clínica hemos ido a comer a un restaurante de un Hotel que hay por esa zona y que Ignacio conocía. Hemos estado solos en el comedor, en una mesa redonda y lo hemos pasado muy bien. Ha llamado María Cristina por teléfono y hemos hablado un rato pequeño pues se cortaba la voz. La verdad es que ha sido una mañana muy agradable y me han invitado a ir a su casa pero ya sabes que yo sin tí no quiero viajar. A eso de las cuatro y pico hemos dado por terminada la sobremesa puesto que tenían que volver al aeropuerto para coger el avión y regresar a Granada. Ana les ha acompañado y yo he aprovechado el autobús 64 para volver a casa. Ha dado la coincidencia que la calle de la clínica era una calle más arriba del Paseo de la Bonanova a la altura donde tenemos el dermatólogo. Nos ha costado despedirnos pero al final lo hemos hecho y ha sido una mañana muy agradable. Al comienzo de la comida hemos hecho un brindis en el que te he incluído. No te imaginas lo que te echo a faltar vida mía, menos mal que tengo a Daniel y a Alana con sus respectivas parejas y eso me ayuda muchísimo y también a que siguiendo tus sabios consejos, no dejo de hacer lo que me gusta. Este año, como de costumbre, tampoco nos ha tocado la lotería, pero seguimos jugando. Ahora llevo el listado de control junto con tu tía Lucía a petición suya. El tiet Jaume, como cada año, nos ha llamado por teléfono para felicitarnos las fiestas. Te quiero Dolors y me gustaría contarte más cosas, pero tú ya las sabes y no es necesario que te las cuente porque sólo te quiero escribir cosas agradables, sólo me permito el contarte alguna cosa triste que es siempre la misma, que te echo mucho de menos, pero ya sabes que estamos todos muy bien y sentimos cómo nos cuidas y nos quieres y nosotros también te queremos con locura y nunca dejaremos de hacerlo. Petons y todo y todo y todo... como tú solías decir.

    Carta del 30 de diciembre de 2007

    Queridísima Dolors del Alma, mi amor eterno en la Tierra y en el Cielo. Hoy, después de nuestra cita diaria, he llegado a casa un poco cansado y me he acostado un rato. Ya sabes que siempre que me voy a dormir o siempre que me despierto, mi primer pensamiento y el último siempre es para tí. En esta ocasión me he quedado dormido enseguida, como siempre me ocurre cuando me voy a dormir la siesta diciéndote: "Dolors, me voy a dormir un ratito, aprovechando esa unión que hay entra la Tercera y la Quinta dimensión que es el mundo de los sueños, a ver si me puedes enviar un mensaje de ánimo desde tu Mundo, ya sé que vuestra forma de comunicación con nosotros es simbólica, pero estaré abierto a ello..." Me he quedado dormido y he estado soñando, como siempre nos pasa inevitablemente a los humanos que vivimos con cuerpo físico y estaba contigo en una playa muy hermosa y Daniel que era más pequeño se ha acercado a la orilla de un mar que estaba completamente tranquilo y ha tirado hacia donde yo estaba una pieda plana y redonda que ha ido resbalando por la humedad de la arena mojada y que me ha sobrepasado como si me hubiera metido un gol y entonces me he girado y he empezado a correr con la intención de coger la piedra que no se paraba y seguía su curso hacia adelante y, aunque en la vida real ya sabes que no puedo correr, aquí corría con total libertad y me sentía muy joven y fuerte y Daniel me decía "no corras tanto papá", pero yo corría ilusionado, chapotendo en el agua con mis pisadas y con una sensación de fuerza y libertad enormes. Todo mi pecho estaba expandido, respirando un aire purísimo, y sentía una alegría interior infinita y esa alegría me ha despertado y con esa sensación tan extraordinaria me he quedado en la cama un rato, despierto, sin levantarme, sin moverme, viendo y sintiendo todavía lo mismo, dándote las gracias Dolors, porque sabía que eras tú la que había inspirado ese final del sueño que para mí ha sido un mensaje tuyo fácilmente interpretable: "Corre amor mío, sigue hacia adelante y corre con libertad, con fuerza y lleno de alegría". Te quiero infinitamente a través de las dimensiones mi queridídima Dolors del Alma y nada me puede hacer daño pues tú estás siempre para protegerme, como hacen siempre las Almas buenas que viven en tu Mundo.

      Comentario de mi amiga Nora a esta carta

      Que mensaje tan bello has recibido cariño, que visión tan del otro lado, que hermosura....allí todo es posible, y Dolors te lo ha hecho ver, te lo ha hecho sentir, en el lugar que ustedes más sentían, el mar, la playa, los paseos, es sin duda un simple y bello mensaje. La piedra seguirá rodando hasta que la alcances, ese será el día de encontrarte con ella del otro lado, juntos correrán por el mar, por ahora no es el momento, por eso te despertaste, porque no hay final para esa imagen ahora, y espero que no lo haya por bastante tiempo, porqué sino ya te perderíamos aqui...

      Me fascinó el relato, y todo el mensaje en sí... mis besos y recuerdos a Dolors en tu próximo contacto con ella...

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